Libranos Señor de nosotros mismos y no nos abandones a nuestra suerte pues ya sabemos como acabamos sin ti.
LEJOS DE AQUEL JARDÍN EN EDÉN
Nuestra naturaleza debilitada añora aquel jardín en Edén de donde un día, desnudos, tuvimos que partir. Ahora estamos lejos de el, muy lejos, en el barro de esta vida tan distinta. Tenemos que vivir entre guerras, hambres, abortos, injusticias y el culto a nuestra pequeña ciencia. Fuera del Edén y todavía muy lejos del cielo.
viernes, 30 de noviembre de 2012
No nos abandones Señor a nuestra suerte
Libranos Señor de nosotros mismos y no nos abandones a nuestra suerte pues ya sabemos como acabamos sin ti.
martes, 15 de mayo de 2012
El legado del comunismo
Y Rusia esparció sus errores por el mundo. El comunismo en el mundo se estima que provoco la muerte de entre 100 y150 millones de personas, es una estimación, ya que muchos
archivos sobre ejecuciones no han sido desclasificados. Pero eso sólo es el aperitivo. Lo peor viene por la
inseminación del mundo con la ideología comunista-marxista. Es decir, la
propagación por Occidente del:
-Ateismo que ha llevado a la sociedad al nihilismo y al relativismo. No existe
ya ni el bien ni el mal, ni lo falso ni lo verdadero. El hombre es Dios y
construye y determina su propio mundo ajeno al orden establecido por Dios. No
hay un orden creado o preestablecido.
-La lucha de clases (clase opresora contra la oprimida) aplicada a todo el
orden social y físico como método de resolución de los problemas de la sociedad
(dialectica hegeliana). Hombre vs Mujer, Empresario Vs trabajador, Padres vs
Hijos, Hombre vs Naturaleza, etc.
-El hombre al servicio del Estado y no el Estado como una institución creada
por el hombre y para el servicio del mismo. El Estado determina la libertad
individual.
-Y después el resto de ideologías derivadas de las mismas tesis. Feminismo,
aborto, etc.
La Iglesia desenmascaró muy bien las tesis marxistas y materialista.
Autor: Ezequiel
martes, 1 de mayo de 2012
Demasiadas ocupaciones y vida frenética endurecen el corazón
Demasiadas ocupaciones y vida frenética endurecen el corazón,
la vida no puede valorarse con los únicos criterios de la productividad y la eficiencia.
El papa Benedicto XVI dijo hoy que demasiadas ocupaciones y una vida frenética "endurecen el corazón de los hombres y hacen sufrir al espíritu" y que la vida no puede valorarse con los únicos criterios de la productividad y la eficiencia.
Ante unas 40.000 personas que asistieron en la plaza de San Pedro del Vaticano a la audiencia pública de este miércoles, que es fiesta en Italia, el pontífice destacó la importancia de la plegaria en la vida del hombre y señaló que sin la misma nuestra vida se vacía y quedamos insatisfechos.
"Las demasiadas ocupaciones, una vida frenética, acaban muchas veces por endurecer el corazón y hacer sufrir al espíritu, decía san Bernardo. Son palabras muy importantes para el hombre de hoy, acostumbrado a evaluar todo con el criterio de la productividad y la eficiencia", afirmó el Obispo de Roma.
Benedicto XVI añadió que el libro de Los Hechos de los Apóstoles recuerda la importancia del trabajo en la vida diaria, pero precisa que se debe desarrollar con responsabilidad y dedicación y sin olvidad la necesidad que tenemos de Dios.
"Sin la plegaria diaria vivida con fidelidad, nuestro menester se vacía, pierde el alma profunda, se reduce a una simple actividad que a larga nos deja insatisfechos", destacó el papa, que resaltó la antigua tradición cristiana de rezar antes de cada actividad.
El papa Ratzinger manifestó que los cristianos creen en la fuerza de la palabra de Dios y de la plegaria y subrayó que la oración recuerda a los fieles "que sólo de la relación íntima con Dios, cultivada día a día, nace la respuesta a Dios".
Benedicto XVI destacó el primado de la plegaria y de la Palabra de Dios para los hombres y aseguró que "si los pulmones del rezo y de la Palabra de Dios no alimentan la respiración de nuestra vida espiritual, se corre el riesgo de que nos ahoguemos en medio de las miles de cosas de cada día".
"El rezo es la respiración del alma y de la vida", afirmó el papa, que invitó a los fieles a mantenerse siempre unidos a Dios con las plegarias.
domingo, 12 de febrero de 2012
Sacerdote Indio explica por qué la práctica del yoga y el reiki tiene efectos nocivos.
El Padre James Manjackal M.S.F.S es un conocido sacerdote católico que da la vuelta al mundo predicando en retiros, dirigiendo convenciones y servicios de sanación, dirigiendo Escuelas de Evangelización e iniciando misiones entre los musulmanes en el Golfo de Arabia.
En 1989 fundó "Charis Bhavan", el renombrado centro carismático de retiros en Kerala, siendo su director y superior durante 6 años.
Siendo indio, del estado de Kerala, es un gran conocedor de las corrientes espirituales que nacen en Oriente, en especial el Yoga, la Nueva Era, el Reiki... y acaba de alertar en una conferencia que "Yoga y cristianismo son incompatibles".Por su interés, ReL reproduce la conferencia íntegra:
Indio y sacerdote católico«Como cristiano católico nacido en el seno de una familia católica tradicional en Kerala, en la India, pero habiendo vivido entre hindúes; y ahora como religioso, sacerdote católico y predicador carismático en 60 países de los cinco continentes, creo que tengo algo que decir sobre los efectos perniciosos que tiene el yoga en la vida y en la espiritualidad cristiana.
»Sé que hay un interés creciente por el yoga en todo el mundo, incluso entre los cristianos y que también ese interés se extiende a otras prácticas esotéricas y de la Nueva Era como el Reiki, la reencarnación, la acupresión, la acupuntura, la sanación pránica o pranoterapia, la reflexiología, etc. métodos sobre los que el Vaticano ha prevenido y avisado en su documento “Jesucristo, portador del agua de la vida”.Confusión sobre el Yoga»Para algunos el Yoga es un medio de relajación y de alivio de la tensión, para otros es un ejercicio que promueve la salud y el estar en forma y, para una minoría, es un medio para la curación de enfermedades.
»En la mente del católico medio, ya sea laico o del clero, hay mucha confusión pues el Yoga según se promueve entre los católicos no es exclusivamente ni una disciplina relacionada con la salud ni una disciplina espiritual sino que unas veces es una cosa, otras veces la otra, y frecuentemente una mezcla de las dos.
»Pero el hecho es que el Yoga es principalmente una disciplina espiritual y sé que incluso hay sacerdotes y hermanas en seminarios y noviciados que aconsejan el Yoga como una ayuda para la meditación y para la oración.
»Es triste que hoy en día, muchos católicos estén perdiendo la confianza en las grandes prácticas espirituales y místicas para la oración y la disciplina que recibieron de grandes santos como Ignacio de Loyola, Francisco de Asís, Francisco de Sales, Santa Teresa de Avila, etc. y ahora sigan a espiritualidades y místicas orientales que provienen del Hinduismo y del Budismo.
»A este respecto, un cristiano sincero debería informarse sobre la compatibilidad del Yoga con la espiritualidad cristiana y sobre la conveniencia de incorporar sus técnicas en la oración y en la meditación cristianas.
Yoga es una unión con una divinidad impersonal»¿Qué es el Yoga? La palabra Yoga significa "unión", el objetivo del Yoga es unir el yo transitorio (temporal), "JIVA" con el (yo eterno) infinito "BRAHMAN", el concepto hindú de Dios. Este Dios no es un Dios personal, sino que es una sustancia impersonal espiritual que es uno con la naturaleza y el comos.»Brahman es una sustancia impersonal y divina que “impregna, envuelve y subyacente en todo”. El Yoga tiene sus raíces en los Upanishads hindúes que son anteriores al año 1000 a.C., y dice sobre el Yoga que “une la luz dentro de ti con la luz de Brahman”.
»“Lo absoluto está en uno mismo” dicen los Upanishads Chandogya, “TAT TUAM ASI” o “ESO ERES TÚ”.Lo Divino habita dentro de cada uno a través de Su representante microcósmico - el yo individual- llamado Jiva.
»En el Bhagavad Gita, el señor Krishna describe el Jiva como “mi propia parte eterna”, y afirma que “la alegría del yoga le llega al yogi que es uno con Brahman”.
Las ocho vías del YogaEn el año 150 a.C, el yogi Patanjali explicó las ocho vías que guían las prácticas del Yoga desde la ignorancia a la iluminación. Las ocho vías son como una escalera. Son:
- autocontrol (yama)- práctica religiosa (niyama)- posturas (asana)- ejercicios de respiración (pranayama)- control de los sentidos (pratyahara)- concentración (dharana)- contemplación profunda (dhyana)- iluminación (samadhi).
»Aquí es interesante observar que las posturas y los ejercicios de respiración, que frecuentemente son considerados en occidente como todo el Yoga, son los pasos 3 y 4 hacia la unión con Brahman.El Yoga es una disciplina espiritual»El Yoga no es sólo un sistema elaborado de posturas y de ejercicios físicos, es una disciplina espiritual que pregona llevar el alma al samadhi, a la unión total con el ser divino. El samadhi es el estado en el que lo natural y lo divino se convierten en uno, el hombre y Dios llegan a ser uno sin ninguna diferencia. (Brad Scott: ¿Ejercicio o práctica religiosa? Yoga: Lo que el profesor nunca le enseñó en una clase de Hatha Yoga” en el Watchman Expositor Vol. 18, No. 2, 2001).
Cuando te citan la Biblia en clave panteísta»Este enfoque del Yoga es radicalmente contrario al Cristianismo, en donde claramente hay una distinción entre Creador y criatura, entre Dios y hombre. En el Cristianismo, Dios es el “Otro” y nunca “el mismo”.»Es triste que algunos promotores del Yoga, Reiki o de otras disciplinas o meditaciones distorsionen algunas citas de la Biblia al citarlas aisladas para corroborar sus argumentos tales como: “sois templo de Dios” “el agua viva fluye en ti”, “estaréis en Mi y Yo estaré en vosotros” “ya no soy yo quien vive, es Cristo quien vive en mi” etc. sin entender el contexto ni el significado de estas palabras de la Biblia.
»Hay gente que retrata a Jesús incluso como a un yogui como actualmente podemos ver en imágenes de Jesús en conventos, capillas y presbiterios – ¡Jesús está representado en posturas de meditación de yogui!”.
»Decir que Jesús es “un yogui” es denegar Su divinidad, santidad y perfección intrínseca e insinúa que Él tenía una naturaleza imperfecta sujeta a la ignorancia y a la ilusión (Maya), y que necesitó ser liberado de su condición humana mediante la práctica y la disciplina del yoga.
El Yoga es panteísta»El yoga es incompatible con la espiritualidad cristiana porque es panteísta (al decir "Dios es todo y todo es Dios"), y sostiene que existe una realidad única y todo lo demás es ilusión o Maya. Si sólo existe una realidad y todo lo demás es ilusorio, no puede haber ninguna relación ni amor.
»El Centro de la fe Cristiana es la fe en la Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres personas en un solo Dios, el modelo perfecto de relación amorosa.El Cristianismo es todo sobre relaciones con Dios y entre los hombres. “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón con toda tu alma y toda tu mente. Este es el principal y el primer mandamiento. El segundo es semejante a éste: Amarás al prójimo como a ti mismo” (Mt 22: 37-39).
No hay distinción entre bien y mal»En el Hinduísmo, el bien y el mal, lo mismo que el dolor y el placer son ilusorios (Maya) y por lo tanto irreales. Vivekananda, el icono más respetado del Hinduismo moderno, decía: “el bien y el mal son uno y lo mismo” (Vivekananda. “The yogas and other Works”, publicado por Ramakrishna Vivekananda Centre NY, 1953). En el Cristianismo, la cuestión controvertida del pecado como una ofensa contra la Santidad de Dios es inseparable para nuestra fe, porque el pecado es la razón por la que necesitamos un Salvador. La Encarnación, la Vida, la Pasión, la Muerte y la Resurrección de Jesús son para nosotros medios de salvación, es decir, para liberarnos del pecado y de sus consecuencias. No podemos ignorar esta diferencia fundamental a la hora de absorber en la Espiritualidad Cristiana al Yoga y a otras técnicas de meditación orientales.
Una práctica pagana»En el mejor de los casos el Yoga es una práctica pagana y en el peor es una práctica oculta.Esta es la religión del anticristo (el hombre que se hace Dios) y por primera vez en la historia está siendo practicada frenéticamente en el mundo occidental y en América.
»Es ridículo que maestros de Yoga lleven incluso una cruz o algún símbolo cristiano, engañan a la gente diciendo que el Yoga no tiene nada que ver con el Hinduismo y dicen que es sólo cuestión de aceptar a otras culturas. Otros han intentado enmascarar al Yoga con apelativos cristianos denominándole “Yoga Cristiano”.»Esta no es una cuestión de aceptar la cultura de otro pueblo, es una cuestión de aceptar otra religión que es irrelevante para nuestra religión y de conceptos religiosos.
Extendido en Occidente»Es una pena que el Yoga se haya expandido tan frenéticamente desde los jardines de infancia hasta todo tipo de instituciones de medicina, psicología etc. llamándose a si mismo ciencia cuando no lo es en absoluto; y se está vendiendo bajo la etiqueta de “terapia de relajación”, “auto-hipnosis”, “visualización creativa”,”centering”, etc.
»El Hatha Yoga, está ampliamente difundido en Europa y en América como método de relajación y como ejercicio no agotador, es uno de los seis sistemas reconocidos del Hinduismo ortodoxo, en su es origen religioso y místico, y es la forma más peligrosa de Yoga (Dave Hunt, “the seduction of Christianity” página 110).
»Recordad las palabras de San Pablo: “No os maravilléis, pues también Satanás se disfraza de ángel de luz” (II Cor 11: 14). Es cierto que mucha gente se ha sanado por medio del Yoga y de otras formas orientales de meditación y oración. Aquí es donde los cristianos deberían preguntarse a sí mismos si necesitan una sanación y beneficios materiales o a su Dios, Jesucristo en el que creen, y Quién es la fuente de todas las sanaciones y de la buena salud.El deseo de ser Dios»El deseo de llegar a ser Dios es el primer y el segundo pecado en la historia de la creación según está registrado cronológicamente en las Biblia: “Te decías en tu corazón: El cielo escalaré, encima de las estrellas de Dios levantaré mi trono; en el monte de la asamblea me sentaré, en lo último del norte. Subiré a las alturas de las nubes, seré igual que el altísimo” (Is 14: 13-14). La serpiente le dijo a la mujer: "¡No, no moriréis! Antes bien, Dios sabe que en el momento en que comáis se abrirán vuestros ojos y seréis como dioses conocedores del bien y del mal" (Gen 3: 4-5).
»La filosofía y la práctica del Yoga están basados en la creencia de que el hombre y Dios son uno. Se enseña a poner el énfasis en uno mismo en lugar de en el Único y Verdadero Dios. Se anima a los que participan a buscar las respuestas a los problemas y cuestiones de la vida en su mente y en su conciencia en vez de buscar soluciones en la Palabra de Dios a través del Espíritu Santo, como sucede en el cristianismo. Se deja a uno, sin lugar a duda, expuesto al engaño del enemigo de Dios que busca víctimas a las que pueda arrancar de Dios y de la Iglesia (IPed 5: 8).
Una Europa avergonzada de sí misma»En los últimos ocho años, he predicado la palabra de Dios principalmente en los países europeos que en tiempos fueron la cuna del cristianismo, y de donde salieron evangelizadores y misioneros, mártires y santos.¿Podemos llamar a Europa cristiana ahora? ¿No es cierto que Europa ha borrado de su vida todos sus valores y conceptos cristianos? ¿Por qué se avergüenza Europa de reconocer sus raíces cristianas?¿Dónde están los valores morales y la ética que desde hace siglos se practicaban en Europa y que fueron llevados a otras civilizaciones y culturas a través de la proclamación valiente del Evangelio de Cristo? ¡Por sus frutos conoceréis el árbol!.
»Yo creo que estas dudas y confusiones, la apostasía e infidelidad, la frialdad religiosa y la indiferencia han llegado a Europa a partir de que fueron introducidos en Occidente la mística y las meditaciones orientales, las prácticas esotéricas y las de la Nueva Era.
Del yoga a lo demoníaco »En mis retiros carismáticos, la mayoría de los participantes vienen con diferentes problemas morales, espirituales, físicos o psíquicos para ser liberados y sanados y pararecibir una nueva vida mediante la fuerza del Espíritu Santo.
»Con toda la sinceridad de mi corazón, puedo decir que entre el 80% y el 90% de los participantes han estado en el Yoga, el Reiki, la reencarnación, etc. que son prácticas religiosas orientales. Allí han perdido la fe en Jesucristo y en la Iglesia.
»En Croacia, Bosnia, Alemania, Austria e Italia he tenido casos claros en los que individuos poseídos por el poder de la oscuridad gritaban “Yo soy Reiki”, “Yo soy el Sr. Yoga”. Ellos mismos se identificaban a estos conceptos como si fueran personas mientras yo dirigía una oración de sanación por ellos. Posteriormente tuve que hacer una oración de liberación sobre ellos para liberarles de la posesión del maligno.
¿No hay nada malo en el Yoga?»Hay personas que dicen: “No hay nada de malo en la práctica de estos ejercicios, basta con no creer en la filosofía que hay detrás”. Sin embargo los promotores del Yoga, Reiki, etc, afirman claramente que la filosofía y la práctica son inseparables.Un cristiano no puede aceptar el Yoga»Por eso un cristiano no puede en ningún caso aceptar la filosofía y la práctica del yoga, ya que el Cristianismo y el Yoga son dos puntos de vista que se excluyen mutuamente. El Cristianismo ve al pecado como el principal problema del hombre, lo considera como un fracaso a la hora de ajustarse tanto a los estándares como al carácter de un Dios moralmente perfecto. El hombre está distanciado de Dios y necesita la reconciliación.
Cristo es la solución para el hombre»La solución es Jesucristo “el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo” . Por la muerte de Jesús en la cruz, Dios ha reconciliado consigo al mundo. Ahora llama a los hombres a recibir en libertad todos los frutos de su salvación sólo a través de la fe en Cristo.
»A diferencia del Yoga, el Cristianismo ve la redención como un regalo gratuito que sólo puede ser recibido y nunca ganado o alcanzado a través del propio esfuerzo o con obras.
»Lo que se necesita hoy en Europa y en muchos sitios es la proclamación enérgica del mensaje de Cristo que viene de la Biblia y que es interpretado por la Iglesia para evitar dudas y confusiones que se difunden en Occidente entre muchos cristianos, y llevarles al Camino, la Verdad y la Vida: Jesucristo. Sólo la verdad puede hacernos libres».
Fuente: http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=20368
Fuente: http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=20368
miércoles, 7 de diciembre de 2011
Pasó 42 años entre la cárcel, torturas y trabajos forzados, oficiando la Misa clandestinamente
Ya cumplidos los 80 años pudo celebrar, por fin, la Eucaristía en libertad y sin restricciones.
Ésta es la historia de una valeroso jesuita albanés llamado Anton Luli. Una vida llena de penalidades y sufrimientos bajo la dictadura comunista en Albania y, a la vez, testimonio de cristiano.
«Bendigo al Señor, que a mí, su pobre y débil ministro, me ha dado la gracia de permanecerle fiel durante una vida prácticamente marcada por las cadenas. Sólo su gracia podía hacer esto.
Primer arresto
»Acababa de ser ordenado sacerdote cuando a mi país, Albania, llegó la dictadura comunista y la persecución religiosa más despiadada. Algunos de mis hermanos en el sacerdocio, después de un proceso lleno de falsedades y engaño, fueron fusilados y murieron mártires de la fe. Así celebraron, como pan partido y sangre derramada por la salvación de mi país, su última Eucaristía personal. Era el año 1947. Apenas había terminado mi formación.
A mí el Señor me pidió, por el contrario, que abriera los brazos y me dejara clavar en la cruz y así celebrara, en el ministerio que me era prohibido y con una vida transcurrida entre cadenas y torturas de todo tipo, mi Eucaristía, mi sacrificio sacerdotal.
El 19 de diciembre de 1947 me arrestaron con la acusación de agitación y propaganda contra el gobierno. Viví diecisiete años de cárcel estricta y muchos otros de trabajos forzados. Mi primera prisión, en aquel gélido mes de diciembre en una pequeña aldea de las montañas de Escútari, fue un cuarto de baño.
La cárcel era un baño lleno de excrementos
»Allí permanecí nueve meses. Me tenía que acurrucar sobre excrementos endurecidos y sin poder enderezarme completamente por la estrechez del lugar. La noche de Navidad de ese año -¿cómo podría olvidarla?- me sacaron de ese lugar y me llevaron a otro cuarto de baño en el segundo piso de la prisión, me obligaron a desvestirme y me colgaron con una cuerda que me pasaba bajo las axilas. Estaba desnudo y apenas podía tocar el suelo con la punta de los pies. Sentía que mi cuerpo desfallecía lenta e inexorablemente. El frío me subía poco a poco por el cuerpo y, cuando llegó al pecho y estaba para parárseme el corazón, lancé un grito de agonía. Acudieron mis verdugos, me bajaron y me llenaron de puntapiés. Esa noche, en ese lugar y en la soledad de ese primer suplicio, viví el sentido verdadero dela Encarnación y de la cruz.
»Allí permanecí nueve meses. Me tenía que acurrucar sobre excrementos endurecidos y sin poder enderezarme completamente por la estrechez del lugar. La noche de Navidad de ese año -¿cómo podría olvidarla?- me sacaron de ese lugar y me llevaron a otro cuarto de baño en el segundo piso de la prisión, me obligaron a desvestirme y me colgaron con una cuerda que me pasaba bajo las axilas. Estaba desnudo y apenas podía tocar el suelo con la punta de los pies. Sentía que mi cuerpo desfallecía lenta e inexorablemente. El frío me subía poco a poco por el cuerpo y, cuando llegó al pecho y estaba para parárseme el corazón, lancé un grito de agonía. Acudieron mis verdugos, me bajaron y me llenaron de puntapiés. Esa noche, en ese lugar y en la soledad de ese primer suplicio, viví el sentido verdadero de
Corriente eléctrica en los oídos como tortura
»Con mucha frecuencia me torturaban con la corriente eléctrica: me metían dos alambres en los oídos. Era una cosa horrible. Durante un tiempo me amarraban las manos y los pies con alambres, y me echaban al suelo en un lugar oscuro, lleno de grandes ratas que me pasaban por encima sin que yo pudiera evitarlo. Llevo todavía en mis muñecas las cicatrices de los alambres que se me incrustaban en la carne.Vivía con la tortura de permanentes interrogatorios, acompañados de violencia física. Recordaba entonces los golpes sufridos por Jesús al ser interrogado por el Sumo Sacerdote.
Más torturas
»Una vez me colocaron delante un papel y un bolígrafo y me dijeron: Escribe una confesión de tus crímenes y, si eres sincero, podríamos hasta mandarte a casa. Para evitar golpes y bastonazos empecé a llenar alguna página con los nombres de muertos o de fusilados, con los que nunca tuve nada que ver. Al final añadí: Todo lo que he escrito no es verdadero, pero lo he escrito porque me obligaron. El oficial empezó la lectura con una sonrisa de satisfacción, seguro de haber logrado su objetivo, pero cuando leyó los últimos renglones, me golpeó y, blasfemando, ordenó a los policías que me llevaran fuera, gritando: Sabemos cómo hacer hablar a esta carroña.
Jesús, siempre a mi lado...
»Pero en esos sufrimientos tuve a mi lado y dentro de mí la consoladora presencia del Señor Jesús, sumo y eterno sacerdote, a veces, incluso, con una ayuda que no puedo menos de definir “extraordinaria”, pues era muy grande la alegría y el consuelo que me comunicaba.
Trabajos forzados en los pantanos
»Al salir de la prisión, me enviaron a trabajos forzados como obrero en una finca estatal: me pusieron a trabajar en la recuperación de los pantanos. Era un trabajo fatigoso y con la poca alimentación que teníamos se nos reducía a gusanos humanos: cuando uno de nosotros caía extenuado, le dejaban morir. Pero en aquella etapa logré decir misa de manera clandestina y sólo desde el ofertorio hasta la comunión. Conseguí un poco de vino y algunas formas, pero no podía confiar en nadie ya que si me descubrían, me hubieran fusilado. En este trabajo en los pantanos estuve 11 años.
Otra vez a la cárcel y pena de muerte
»El 30 de abril de 1979 me arrestaron por segunda vez, me registraron y me llevaron a la ciudad de Scurati. No tenía consigo más que el rosario, un cortaplumas y el reloj. Después de la requisa me tiraron al suelo de una celda. Me daba cuenta que me dirigía a un nuevo calvario; pero de improviso la desolación dio paso a una extraordinaria experiencia de Jesús. Era como si Él estuviera allí presente, de frente a mí, y yo le pudiera hablar. Fue determinante para mí. Comenzaron de nuevo las torturas y otro proceso: el 6 de noviembre de 1979 me condenaron a a morir fusilado. La causa que adujeron fue sabotaje y propaganda antigubernativa. Pero, dos días después, la pena de muerte fue conmutada por 25 años de prisión.
La libertad... a los 80 años
»Prácticamente he conocido la libertad a los 80 años, cuando en 1989 pude celebrar la primera Misa en libertad. Pero hoy, recorriendo con mi pensamiento mi propia existencia, me doy cuenta de que la misma ha sido un milagro de la gracia de Dios y me sorprendo de haber podido soportar tanto sufrimiento, con una fuerza que era la mía, conservando una serenidad que no podía tener otra fuente que el corazón de Dios.
Experiencia como sacerdote
»Esta es mi experiencia sacerdotal en todos estos años; una experiencia, ciertamente, muy particular con respecto a la de muchos sacerdotes, pero desde luego no única: son millares los sacerdotes que en su vida han sufrido persecución a causa del sacerdocio de Cristo. Experiencias diversas, pero todas unificadas por el amor. El sacerdote es, ante todo, una persona que ha conocido el amor; el sacerdote es un hombre que vive para amar: para amar a Cristo y para amar a todos en Él, en cualquier situación de vida, incluso dando la vida.
»Pero hoy, contemplando la gloria de María en el Cielo, y pensando que también a nosotros se nos ofrece esta gloria futura con Dios, no puedo hacer otra cosa, que dirigirme a vosotros, queridos hermanos sacerdotes, con las palabras de san Pablo: “Porque estimo que los sufrimientos del mundo presente no son comparables con la gloria que ha de manifestarse en nosotros” (Rom 8, 18). Contemplamos la gloria de María en el cielo, permanecemos fieles, en pie, con fuerza y dignidad cerca de la Cruz de Jesús, sin importarnos el modo en que esa cruz se presente en nuestras vidas. nosotros somos personas que nos entregamos al amor de Cristo. ¿Quién nos podrá separar de este amor? Éste es el verdadero mensaje de mi experiencia de vida. En todos los momentos de sufrimiento y de dificultad “nosotros salimos vencedores gracias a Aquél que nos amó” (Rom 8, 37).
No al odio
»Pero nunca he guardado rencor hacia los que, humanamente hablando, me robaron la vida. Después de la liberación, me encontré por casualidad en la calle con uno de mis verdugos: sentí compasión por él, fui a su encuentro y lo abracé».
El padre Anton Luli S.J. murió en Roma el 10 de marzo de 1998 a la edad de 88 años.
Fuente: http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=19288
Fuente: http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=19288
sábado, 22 de octubre de 2011
Impresionante demostración de levitación cuántica
Expertos de la Universidad de Tel-Aviv han realizado una impresionante demostración de levitación cuántica, que la Asociación de Centros de Ciencia y Tecnología (ASTC, en sus siglas en inglés) ha recogido en un vídeo.
La demostración permite ver cómo materiales superconductores son atrapados de forma rígida en campos magnéticos, de tal forma que mantienen la distancia sin fricción con el cuerpo que genera el campo, conservando incluso una posición determinada.
Este efecto, llamado Meissner, sólo se produce a las muy bajas temperaturas a las que existen materiales superconductores, es decir, que conducen la electricidad sin resistencia. En concreto, la demostración empleó YBCO, un material cerámico compuesto de óxidos de itrio, bario y cobre, refrigerado con nitrógeno líquido a una temperatura de -185 grados centígrados.
Algunos modelos de trenes de levitación magnética, o maglev, emplean este efecto para levitar sus trenes y permitirles así circular a altas velocidades, limitadas sólo por la resistencia del aire a su avance.
domingo, 25 de septiembre de 2011
Ganar la guerra viviendo cómodamente
“Hay algunos que quieren ser humildes, pero sin ser despreciados; quieren contentarse con lo que tienen, pero sin padecer necesidad; ser castos, pero sin mortificar su cuerpo; ser pacientes, pero sin que nadie les ultraje.
Cuando tratan de adquirir virtudes y a la vez rehuyen los sacrificios que las virtudes llevan consigo, se parecen a quienes, huyendo del campo de batalla, quisieran ganar la guerra viviendo cómodamente en la ciudad”.
domingo, 28 de agosto de 2011
"Si los pobres no son nuestros señores, lo normal es que sean nuestras víctimas"
Si con Cristo he sido ungido por la fuerza del Espíritu, con Cristo soy enviado a llevar a los pobres una buena noticia. Si soy de Cristo, mi zurrón de cristiano no llevará más viático que el de la luz para los ciegos, la libertad para los cautivos, la gracia para los pecadores.
Si por gracia estoy en Cristo, los pobres son mis señores, pues el amor con que Dios los ama, en aquel Hijo entregado hizo a Dios siervo de todos y a los pobres sus señores.
Engañados y convencidos, hemos dejado que doctrinas y preceptos de hombres ocupasen en nuestra predicación el lugar del evangelio de Dios: la controversia desplazó del corazón a la piedad; la preocupación por la ortodoxia suplantó la lucha por la justicia; las ideologías ocuparon en nuestras preferencias el lugar de los necesitados.
Si los pobres no son nuestros señores, lo normal es que sean nuestras víctimas: Ayer fue justificada la Shoah; hoy es ignorada y consentida el hambre, demonizadas las migraciones, esclavizados los indefensos, enaltecida la muerte, legitimada como ejercicio de libertad la prostitución.
Si confiesas: «creo en Dios», el cuidado que hayas tenido de los pobres acreditará la verdad de tu confesión. Y si tu razón no te permite creer, que el cuidado que tienes de los pobres desmienta lo que va diciendo tu razón.
Si no tengo un evangelio que llevar al hombre, entonces, creyente o no creyente, me muevo distraído y ciego hacia un destino de soledad entre los malditos.
Santiago Agrelo, 27 de agosto de 2011
lunes, 8 de agosto de 2011
Descubren un anillo de antimateria alrededor de la tierra
La antimateria se originó en el Big Bang al mismo tiempo que la materia ordinaria, de la que difiere únicamente por su carga eléctrica. Cuando una partícula de materia ordinaria se encuentra con su "antipartícula"(por ejemplo un protón y un antiprotón), ambas se aniquilan mutuamente en una pequeña explosión de energía. Se cree que durante el Big Bang se creó la misma cantidad de materia que de antimateria, pero en la actualidad sólo vemos materia a nuestro alrededor. ¿Dónde está, pues, toda la antimateria original?
Existen varios intentos de explicación a este misterio. Según algunos, en el origen del Universo se habría producido una rotura de la simetría y se habría creado un poco más de materia ordinaria que de antimateria. Lo que vemos hoy, según esta teoría, sería la materia "que sobró" después de que materia y antimateria se aniquilaran entre sí. Otros, sin embargo, creen que la antimateria original está aún "ahí fuera" sin que hasta ahora hayamos podido detectarla. Podría haber galaxias enteras hechas de antimateria sin que nos demos cuenta de ello.
Partículas de antimateria ( o antipartículas) se han creado en los laboratorios de física en numerosas ocasiones, pero hasta ahora sólo ha habido éxitos parciales a la hora de detectarla en el espacio a nuestro alrededor. Por eso el hallazgo de un cinturón de antimateria alrededor de nuestro propio mundo resulta tan importante.
Escondido como uno más
Según los investigadores, el anillo de antimateria se esconde, como si fuera uno más, entre los cinturones de Van Allen, las bandas magnéticas que rodean nuestro planeta y que lo protegen de la radiación atrapando las partículas cargadas procedentes del Sol. Sólo que en ese anillo en particular, en lugar de partículas "normales" hay un gran número de antipartículas, esto es, de antimateria.
Los antiprotones fueron descubiertos utilizando el satélite Pamela(Payload for Antimatter Matter Exploration and Light-nuclei Astrophysics), un ingenio lanzado en 2006 con el único objetivo de estudiar a fondo la naturaleza de las partículas de alta energía procedentes del Sol y también las que nos llegan, en forma de rayos cósmicos, de más allá de las fronteras del Sistema Solar.
Cuando los rayos cósmicos golpean la atmósfera terrestre se descomponen creando auténticas lluvias de partículas. Tanto las partículas originales procedentes del Sol o del espacio esterior como estos chorros de "partículas hijas" son capturadas por los cinturones de Van Allen, formando anillos o cinturones en los lugares donde son atrapadas por el campo magnético terrestre.
Miles de veces superior
Entre los objetivos de Pamela está, también, buscar alguna partícula de antimateria entre esta auténtica multitud de partículas Ordinarias capturadas, normalmente protones o núcleos de átomos de helio. El nuevo análisis llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Bari muestra que, cuando Pamela pasa a través de una región llamada "la Anomalía del Atlántico Sur" (una depresión en el campo magnético que lleva a los cinturones de Van Allen a apenas unos cientos de km. de la Tierra), se encuentra con una tasa de antiprotones que es miles de veces superior a la que se podría esperar de la descomposición natural de las partículas.
Los investigadores están convencidos de que se trata de una prueba irrefutable de que existen "cinturones de antipartículas"análogos a los cinturones de Van Allen, capaces de sobrevivir por lo menos hasta el momento en que se aniquilan al encontrarse con la materia ordinaria de la atmósfera. En palabras de Alessandro Bruno, coautor del estudio, el cinturón es "la mayor fuente de antiprotones que existe cerca de la Tierra".
Bruno asegura también que estos anillos de antipartículas podrían constituir una fuente inagotable de combustible para futuras misiones espaciales. Una idea que ya ha sido acariciada por el Instituto de Conceptos Avanzados de la NASA en un reciente informe.
Fuente:
http://www.abc.es/20110808/ciencia/abci-descubren-anillo-antimateria-alrededor-201108080743.html
Otros links:
http://iopscience.iop.org/2041-8205/737/2/L29/
martes, 12 de julio de 2011
Cómo tener oración
Selecciona el momento mejor para tu oración personal e inclúyelo en tu horario. Deja que sea el mejor momento, cuando la somnolencia, el cansancio o las llamadas del exterior no te perturben. Para la mayoría de la gente temprano por la mañana es el mejor momento. Intenta cada día, orar a una hora fija para que se pueda convertir en un hábito en ti. ¡Qué maravilloso es poderse encontrar con el Señor a la misma hora cada día!.
La oración personal no es recitar oraciones de libros piadosos, no es recitar el rosario, o leer la Biblia , no es el momento de rezar por otros, no es rezar ante una imagen o una estatua. Sois tú y tu Dios solos; es cerrar la puerta de tus ojos y oídos y entrar en el santuario de tu corazón en donde te encuentras con el Padre y el Hijo a través del Espíritu Santo.
Es bueno alabar y agradecer a Dios durante algún tiempo al empezar la oración personal. ¡Donde hay alabanza allí está Dios! Entra en Su presencia con alabanza y agradecimiento. Haz mucha alabanza y agradecimiento durante tu oración. Las alabanzas te mantendrán alejado de distracciones y vínculos que provienen del maligno.
Una vez que estés en Su presencia entrégate a ti mismo a El con pequeñas canciones como "Padre yo te adoro, coloco mi vida ante Ti (Hijo y Espíritu)”. Cualquiera que está en la presencia del Señor, sentirá su indignidad y su falta de santidad para estar ante Su Santa y Todopoderosa Presencia. Por lo tanto, se debe pasar un poco de tiempo pidiéndole a Dios perdón y misericordia por los pecados cometidos.
Tienes que experimentar el compasivo y misericordioso Corazón de Jesús desde donde el Agua Viva fluye a tu corazón lavándote, purificándote y dándote un corazón nuevo (Ez 36:26). Después de recibir Su perdón y después de haberte reconciliado con Dios y habiendo perdonado todo, tienes que otra vez dar gracias y alabar a Dios por Su bondad contigo. Perdona a cada uno y reconcíliate con todos en tu corazón (Mc. 11:25)
Dedica un tiempo pidiéndole al Señor que te cure de tus heridas del corazón, las pasadas y las presentes. Llévale al Señor todos los recuerdos que te hieren y cúrate a través de las heridas de Cristo. Por sus heridas hemos sido curados (I Ped 2:24). Presenta tus sentimientos heridos, tus sentimientos de rechazo, desamor, temor, ansiedad, complejo de la inferioridad, etc. delante de las heridas del Señor y reclama tu curación del corazón. Preséntale las cicatrices de tus pecados pasados, culpa, tristeza, etc. y obtén una profunda paz y alegría en tu interior. En este momento precioso de gracia libérate de todos los malos hábitos y deseos de la carne para que durante el día no seas conquistado por el pecado. Oirás a Jesús decir en tu corazón, "Te basta Mi gracia" (II Cor 12:9). Durante este tiempo puedes pedir también tus propias curaciones físicas si ése fuese el caso.
Este debe ser el momento más hermoso de tu oración personal. Aquí tendrás varias experiencias de Dios, como el Agua Viva fluyendo a través de ti con amor, paz y alegría. También puedes experimentar la presencia del Señor en ti con manifestaciones espirituales y emocionales. Puedes, aquí, tener visiones; quizá puedas oír al Señor que te habla, dándote guía y dirección. Si le has presentado un problema, tendrás definitivamente una respuesta. Mediante esta percepción, revelaciones, palabras del Espíritu dentro de ti, oirás al Espíritu que te dice "haz esto, no hagas eso, vete por aquí, no vayas por ahí, etc. Durante esta parte que es la más importante de tu oración personal, entras en una amistad personal con El. Aquí puedes contarle lo que quieras como un hermano o un amigo (Jn 15: 15).
Establece intimidad con el Señor en tu corazón. Durante este tiempo puedes tomar decisiones con el Señor para ese día, para que todo lo que hagas sea según Su voluntad y plan. Si el Señor te dice que no hagas ciertas cosas como alterar tus planes, séle obediente. Llénate con tanta gracia como te sea posible para que puedas caminar en Su gracia y amor. Dale muchas gracias y alabanza en Su Presencia dulce y amorosa. Si pasas bien el tiempo con el Señor, no sabrás cómo se te ha ido el tiempo tan rápido con el Señor. Cuándo finalices la oración puedes hacer el signo de la Cruz en la parte importante de tu cuerpo y encomendarte a la Sangre de Cristo para tu protección y cuidado. Así con mucha gracia y amor de Dios harás los trabajos del día con mucha paz y la alegría. Si oras así verás muchas bendiciones del Señor diariamente en tu vida y verás que el Espíritu te guía.
Credo del pueblo de Dios de Pablo VI
En 1967 Maritain tenía ya 85 años cuando, al comienzo del año, le comunicó en una carta al cardenal Journet la idea que se le había ocurrido unos días antes: "el Sumo Pontífice debería escribir una profesión de fe completa y detallada en la cual se explica todo aquello que ya está contenido en el credo de Nicea. Eso será en la historia de la Iglesia la profesión de fe de Pablo VI".
La preocupación del filósofo Jackes Maritain respecto a la situación de la fe era muy grande. Hace poco había publicado su libro "el Paisano de la Garonne ", una profunda crítica de la Iglesia postconciliar que "ante el mundo se ha puesto de rodillas". También el cardenal Journet y el mismo Papa estaban alarmados. El suizo le había mandado a Pablo VI una copia de la carta en la cual Maritain proponía la publicación de un credo del Papa. El 18 de enero de 1967 se encontraron el Papa y el cardenal en Roma. Preguntado por su opinión respecto a la situación de la Iglesia el cardenal [Journet] le contestó al Sumo Pontífice: "trágica". Ambos todavía resentían el shock producido por la publicación del "catecismo holandés" publicado con aprobación eclesiástica. Una comisión cardenalicia, de la cual formaba parte también Charles Journet, había reaccionado: "en el interior de la Iglesia se quiere sustituir una ortodoxia con otra, se quiere colocar en lugar de la ortodoxia tradicional una ortodoxia moderna"."
Maritain preparó un esbozo de lo que sería el Credo y el Papa Montini realizó unas pocas modificaciones del texto del filósofo francés.
El 30 de junio de 1968 Pablo VI dio lectura al Credo del pueblo de Dios y luego la hizo publicar como motu propio en las Actas de la Santa Sede. Pocas semanas después, el 25 de julio de 1968, el Vaticano publicó la encíclica de Pablo VI "Humanae Vitae" que le dijo 'no' a la anticoncepción artificial, que resultó ser un "terremoto" para el mundo occidental.
(Fuente: mscperu.org)
Credo del pueblo de Dios (Papa Pablo VI)
Creemos en Dios
Creemos en un solo Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, creador de las cosas visibles como en este mundo en el que transcurre nuestra vida pasajera, de las cosas invisibles como los espíritus puros que reciben también el nombre de ángeles (3) y creador en cada hombre de su alma espiritual e inmortal. Creemos que este Dios único es absolutamente uno en su esencia, infinitamente santo al igual que en todas sus perfecciones, en su omnipotencia, en su ciencia infinita, en su providencia, en su voluntad y en su amor. El es "el que es", como lo ha revelado a Moisés (4), y "El es Amor", como el apóstol Juan nos lo enseña (5), de forma que estos dos nombres, Ser y Amor, expresan inefablemente la misma realidad divina de Aquél que ha querido darse a conocer a nosotros y que, "habitando en una luz inaccesible" (6) está en sí mismo por encima de todo nombre, de todas las cosas y de toda inteligencia creada. Solamente Dios nos puede dar ese conocimiento justo y pleno revelándose como Padre, Hijo y Espíritu Santo, de cuya vida eterna estamos llamados por gracia a participar, aquí abajo en la oscuridad de la fe y más allá de la muerte en la luz eterna. Los lazos mutuos que constituyen eternamente las Tres Personas, siendo cada una el solo y el mismo ser divino, son la bienaventurada vida íntima del Dios tres veces santo, infinitamente superior a lo que podemos concebir con la capacidad humana (7). Damos con todo gracias a la bondad divina por el hecho de que gran número de creyentes puedan atestiguar juntamente con nosotros delante de los hombres la Unidad de Dios, aunque no conozcan el Misterio de la Santísima Trinidad. Creemos, pues, en el Padre que engendra al Hijo desde la eternidad; en el Hijo Verbo de Dios, que es eternamente engendrado; en el Espíritu Santo, Persona increada, que procede del Padre y del Hijo, como eterno amor de ellos. De este modo en las Tres Personas divinas, "coaeternae sibi et coaequales" (8) sobreabundan y se consuman en la eminencia y la gloria, propia del Ser incredo, la vida y la bienaventuranza de Dios perfectamente uno, y siempre "se debe venerar la Unidad en la Trinidad y la Trinidad en la Unidad " (9).
Creemos en Jesucristo
Creemos en nuestro Señor Jesucristo, que es el Hijo de Dios. El es el Verbo eternal, nacido del Padre antes de todos los siglos y consustancial al Padre, "homoousios to Patri" (10) y por quien todo ha sido hecho. Se encarnó por obra del Espíritu Santo en el seno de la Virgen María y se hizo hombre: igual por tanto al Padre, según la divinidad, inferior al Padre, según la humanidad (11), y uno en sí mismo, no por una imposible confusión de las naturalezas, sino por la unidad de la persona (12).
Habitó entre nosotros, con plenitud de gracia y de verdad. Anunció e instauró el reino de Dios y nos hizo conocer en El al Padre. Nos dio un mandamiento nuevo: amarnos los unos a los otros como El nos ha amado. Nos enseñó el camino de las bienaventuranzas del Evangelio: la pobreza de espíritu, la mansedumbre, el dolor soportado con paciencia, la sed de justicia, la misericordia, la pureza de corazón, la voluntad de paz, la persecución, soportada por la justicia. Padeció en tiempos de Poncio Pilato, como Cordero de Dios, que lleva sobre sí los pecados del mundo, y murió por nosotros en la Cruz , salvándonos con su sangre redentora. Fue sepultado y por su propio poder resucitó al tercer día, elevándonos por su Resurrección a la participación de la vida divina que es la vida de la gracia. Subió al Cielo y vendrá de nuevo esta vez con gloria para juzgar a vivos y muertos, a cada uno según sus méritos: quienes correspondieron al amor y a la piedad de Dios irán a la vida eterna; quienes lo rechazaron hasta el fin, al fuego inextinguible. Y su reino no tendrá fin.
Creemos en el Espíritu Santo
Creemos en el Espíritu Santo, que es Señor y da la vida, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria. El nos ha hablado por los profetas y ha sido enviado a nosotros por Cristo después de su Resurrección y su Ascensión al Padre; El ilumina, vivifica, protege y guía la Iglesia , purificando sus miembros si éstos no se sustraen a la gracia. Su acción, que penetra hasta lo más íntimo del alma, tiene el poder de hacer al hombre capaz de corresponder a la llamada de Jesús: "Sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto" (Mt., 5,48).
Creemos que María es la Madre , siempre Virgen, del Verbo Encarnado, nuestro Dios y Salvador Jesucristo (13) y que en virtud de esta elección singular, Ella ha sido, en atención a los méritos de su Hijo, redimida de modo eminente (14), preservada de toda mancha de pecado original (15) y colmada del don de la gracia más que todas las demás criaturas (16).
Asociada por un vínculo estrecho e indisoluble a los Misterios de la Encarnación y de la Redención (17), la Santísima Virgen , la Inmaculada , ha sido elevada al final de su vida terrena en cuerpo y alma a la gloria celestial (18) y configurada con su Hijo resucitado en la anticipación del destino futuro de todos los justos. Creemos que la Santísima Madre de Dios, nueva Eva, Madre de la Iglesia (19) continúa en el Cielo su misión maternal para con los miembros de Cristo, cooperando al nacimiento y al desarrollo de la vida divina en las almas de los redimidos (20).
El Pecado Original
Creemos que en Adán todos pecaron, lo cual quiere decir que la falta original cometida por él hizo caer a la naturaleza humana, común a todos los hombres, en un estado en que experimenta las consecuencias de esta falta y que no es aquel en el que se hallaba la naturaleza al principio en nuestros padres, creados en santidad y justicia y en el que el hombre no conocía ni el mal ni la muerte. Esta naturaleza humana caída, despojada de la vestidura de la gracia, herida en sus propias fuerzas naturales y sometida al imperio de la muerte se transmite a todos los hombres y en este sentido todo hombre nace en pecado.
Sostenemos pues con el Concilio de Trento que el pecado original se transmite con la naturaleza humana, "no por imitación, sino por propagación", y por tanto "es propio de cada uno" (21) Creemos que Nuestro Señor Jesucristo, por el Sacrificio de la Cruz nos rescató del pecado original y de todos los pecados personales cometidos por cada uno de nosotros, de modo que, según afirma el Apóstol, "donde había abundado el pecado, sobreabundó la gracia" (22).Creemos en un solo Bautismo, instituido por nuestro Señor Jesucristo para el perdón de los pecados. El Bautismo se debe administrar también a los niños que todavía no son culpables de pecados personales, para que, naciendo privados de la gracia sobrenatural, renazcan "del agua, y del Espíritu Santo a la vida en Cristo Jesús" (23).
Creemos en
Esperanza de Unidad
Creemos que la Iglesia fundada por Cristo Jesús, y por la cual El oró, es indefectiblemente una en la fe, en el culto y en el vínculo de la comunión jerárquica. Dentro de esta Iglesia, la rica variedad de ritos litúrgicos y la legítima diversidad de patrimonios teológicos y espirituales, y de disciplinas particulares, lejos de perjudicar a su unidad, la manifiesta ventajosamente (30).
Reconociendo también, fuera del organismo de la Iglesia de Cristo, la existencia de numerosos elementos de verdad y de santificación que le pertenecen en propiedad y que tienden a la unidad católica (31), y creyendo en la acción del Espíritu Santo que suscita en el corazón de los discípulos de Cristo el amor a esta unidad (32), Nos abrigamos la esperanza de que los cristianos que no están todavía en plena comunión con la Iglesia única se reunirán un día en un solo rebaño, con un solo Pastor.
Creemos que la Iglesia es necesaria para salvarse, porque Cristo, el solo Mediador y Camino de salvación, se hace presente para nosotros en su Cuerpo que es la Iglesia (33). Pero el designio divino de la salvación abarca a todos los hombres; y los que sin culpa por su parte ignoran el Evangelio de Cristo y su Iglesia, pero buscan a Dios con sinceridad y, bajo el influjo de la gracia, se esfuerzan por cumplir su voluntad conocida mediante la voz de la conciencia, éstos, cuyo número sólo Dios conoce, pueden obtener la salvación (34).
Creemos que la misa celebrada por el sacerdote, representante de la persona de Cristo, en virtud del poder recibido por el sacramento del Orden, y ofrecida por él en nombre de Cristo y de los miembros de su Cuerpo místico, es el Sacrificio del Calvario, hecho presente sacramentalmente en nuestros altares. Creemos que del mismo modo que el pan y el vino consagrado por el Señor en la santa Cena se convirtieron en su Cuerpo y en su Sangre, que iban a ser ofrecidos por nosotros en la Cruz , así también el pan y el vino consagrados por el sacerdote se convierten en el Cuerpo y en la Sangre de Cristo glorioso, sentado en el Cielo, y creemos que la misteriosa presencia del Señor, bajo lo que sigue apareciendo a nuestros sentidos igual que antes, es una presencia verdadera, real y sustancial (35).
La Transustanciación
Cristo no puede estar así presente en este Sacramento más que por la conversión de la realidad misma del pan en su Cuerpo y por la conversión de la realidad misma del vino en su Sangre, quedando solamente inmutadas las propiedades del pan y del vino, percibidas por nuestros sentidos. Este cambio misterioso es llamado por la Iglesia , de una manera muy apropiada, "transustanciación". Toda explicación teológica que intente buscar alguna inteligencia de este misterio, debe mantener para estar de acuerdo con la fe católica, que en la realidad misma, independiente de nuestro espíritu, el pan y el vino han dejado de existir después de la consagración, de suerte que el Cuerpo y la Sangre adorables de Cristo Jesús son los que están desde ese momento realmente delante de nosotros, bajo las especies sacramentales del pan y del vino (36), como el Señor ha querido, para darse a nosotros en alimento y para asociarnos en la unidad de su Cuerpo Místico (37).
La existencia única e indivisible del Señor en el cielo no se multiplica sino que se hace presente por el Sacramento en los numerosos lugares de la tierra donde se celebra la misa. Y sigue presente, después del sacrificio, en el Santísimo Sacramento que está en el tabernáculo, corazón viviente de cada una de nuestras iglesias. Es para nosotros un dulcísimo deber honrar y adorar en la Santa Hostia que ven nuestros ojos al Verbo Encarnado a quien no pueden ver y que sin abandonar el Cielo se ha hecho presente ante nosotros.
Confesamos que el Reino de Dios iniciado aquí abajo en la Iglesia de Cristo no es de este mundo, cuya figura pasa, y que su crecimiento propio no puede confundirse con el progreso de la civilización, de la ciencia o de la técnica humana, sino que consiste en conocer cada vez más profundamente las riquezas insondables de Cristo, en esperar cada vez con más fuerza los bienes eternos, en corresponder cada vez más ardientemente al amor de Dios, en dispensar cada vez más abundantemente la gracia y la santidad entre los hombres.
Es este mismo amor el que impulsa a la Iglesia a preocuparse constantemente del verdadero bien temporal de los hombres. Sin cesar de recordar a sus hijos que ellos no tienen una morada permanente en este mundo, los alienta también en conformidad con la vocación y los medios de cada uno, a contribuir al bien de su ciudad terrenal, a promover la justicia, la paz, y la fraternidad entre los hombres, a prodigar ayuda a sus hermanos, en particular a los más pobres y desgraciados. La intensa solicitud de la Iglesia , Esposa de Cristo, por las necesidades de los hombres, por sus alegrías y esperanzas, por sus penas y esfuerzos, nace del gran deseo que tiene de estar presente entre ellos para iluminarlos con la luz de Cristo y juntar a todos en El, su único Salvador. Pero esta actitud nunca podrá comportar que la Iglesia se conforme con las cosas de este mundo ni que disminuya el ardor de la espera de su Señor y del Reino eterno.
Creemos en la vida eterna. Creemos que las almas de cuantos mueren en la gracia de Cristo, ya las que todavía deben ser purificadas en el Purgatorio, ya las que desde el instante en que dejan los cuerpos por Jesús son llevadas al Paraíso como hizo con el Buen Ladrón, constituyen el pueblo de Dios más allá de la muerte, la cual será definitivamente vencida en el día de la Resurrección cuando esas almas se unirán de nuevo a sus cuerpos.
Creemos que la multitud de aquellos que se encuentran reunidos en torno a Jesús y a María en el Paraíso forman la Iglesia del Cielo donde, en eterna bienaventuranza, ven a Dios tal como es (38) y donde se encuentran asociadas en grados diversos, con los santos ángeles al gobierno divino ejercido por Cristo en la gloria, intercediendo por nosotros y ayudando nuestra flaqueza mediante su solicitud fraternal (39). Creemos en la comunión de todos los fieles de Cristo, de los que aún peregrinan en la tierra, de los difuntos que cumplen su purificación, de los bienaventurados del Cielo, formando todos juntos una sola Iglesia; y creemos que en esta comunión el amor misericordioso de Dios y de los santos escucha siempre nuestras plegarias, como el mismo Jesús nos ha dicho: pedid y recibiréis (40). De esta forma, con esta fe y esperanza, esperamos la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
¡Bendito sea Dios, tres veces santo! Amén.
Desde la Basílica Vaticana , 30 de junio de 1968.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)