La posibilidad de abortar está provocando que ya apenas nazcan bebés con síndrome de down. En el país vasco, en 2005 se concibieron 66 niños con esta característica, pero sólo vinieron al mundo 12. El resto no llegaron a ver la luz debido a que la madre interrumpió el embarazo.
En estos datos podemos ver un buen ejemplo del impresionante avance de la cultura de la muerte en España. Se hacen las pruebas prenatales y si el niño que viene no es bello, si no es inteligente, si no esta dentro de los parámetros de normalidad establecidos: se aborta y a por otro. “Lo importante es que venga bien” nos hartamos de escuchar. Si por cualquier motivo pareciera que no viene bien matémoslo y concibamos otro, concibamos un niño de los válidos, que sea perfecto, que tenga derecho a vivir, no como esos horribles síndrome de down; con ellos que no nos tiemble el pulso: pena de muerte. Deportémoslos al Auswitch de los niños apestados, al Auswitch de aquellos bebes indeseables que no merecen vivir.
En estos datos podemos ver un buen ejemplo del impresionante avance de la cultura de la muerte en España. Se hacen las pruebas prenatales y si el niño que viene no es bello, si no es inteligente, si no esta dentro de los parámetros de normalidad establecidos: se aborta y a por otro. “Lo importante es que venga bien” nos hartamos de escuchar. Si por cualquier motivo pareciera que no viene bien matémoslo y concibamos otro, concibamos un niño de los válidos, que sea perfecto, que tenga derecho a vivir, no como esos horribles síndrome de down; con ellos que no nos tiemble el pulso: pena de muerte. Deportémoslos al Auswitch de los niños apestados, al Auswitch de aquellos bebes indeseables que no merecen vivir.
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