miércoles, 7 de diciembre de 2011

Pasó 42 años entre la cárcel, torturas y trabajos forzados, oficiando la Misa clandestinamente



Ya cumplidos los 80 años pudo celebrar, por fin, la Eucaristía en libertad y sin restricciones.


Ésta es la historia de una valeroso jesuita albanés llamado Anton Luli. Una vida llena de penalidades y sufrimientos bajo la dictadura comunista en Albania y, a la vez, testimonio de cristiano.


«Bendigo al Señor, que a mí, su pobre y débil ministro, me ha dado la gracia de permanecerle fiel durante una vida prácticamente marcada por las cadenas. Sólo su gracia podía hacer esto.



Primer arresto

»Acababa de ser ordenado sacerdote cuando a mi país, Albania, llegó la dictadura comunista y la persecución religiosa más despiadada. Algunos de mis hermanos en el sacerdocio, después de un proceso lleno de falsedades y engaño, fueron fusilados y murieron mártires de la fe. Así celebraron, como pan partido y sangre derramada por la salvación de mi país, su última Eucaristía personal. Era el año 1947. Apenas había terminado mi formación.



A mí el Señor me pidió, por el contrario, que abriera los brazos y me dejara clavar en la cruz y así celebrara, en el ministerio que me era prohibido y con una vida transcurrida entre cadenas y torturas de todo tipo, mi Eucaristía, mi sacrificio sacerdotal.

El 19 de diciembre de 1947 me arrestaron con la acusación de agitación y propaganda contra el gobierno. Viví diecisiete años de cárcel estricta y muchos otros de trabajos forzados. Mi primera prisión, en aquel gélido mes de diciembre en una pequeña aldea de las montañas de Escútari, fue un cuarto de baño.

La cárcel era un baño lleno de excrementos
»Allí permanecí nueve meses. Me tenía que acurrucar sobre excrementos endurecidos y sin poder enderezarme completamente por la estrechez del lugar. La noche de Navidad de ese año -¿cómo podría olvidarla?- me sacaron de ese lugar y me llevaron a otro cuarto de baño en el segundo piso de la prisión, me obligaron a desvestirme y me colgaron con una cuerda que me pasaba bajo las axilas. Estaba desnudo y apenas podía tocar el suelo con la punta de los pies. Sentía que mi cuerpo desfallecía lenta e inexorablemente. El frío me subía poco a poco por el cuerpo y, cuando llegó al pecho y estaba para parárseme el corazón, lancé un grito de agonía. Acudieron mis verdugos, me bajaron y me llenaron de puntapiés. Esa noche, en ese lugar y en la soledad de ese primer suplicio, viví el sentido verdadero de la Encarnación y de la cruz.


Corriente eléctrica en los oídos como tortura
»Con mucha frecuencia me torturaban con la corriente eléctrica: me metían dos alambres en los oídos. Era una cosa horrible. Durante un tiempo me amarraban las manos y los pies con alambres, y me echaban al suelo en un lugar oscuro, lleno de grandes ratas que me pasaban por encima sin que yo pudiera evitarlo. Llevo todavía en mis muñecas las cicatrices de los alambres que se me incrustaban en la carne.Vivía con la tortura de permanentes interrogatorios, acompañados de violencia física. Recordaba entonces los golpes sufridos por Jesús al ser interrogado por el Sumo Sacerdote.

Más torturas

»Una vez me colocaron delante un papel y un bolígrafo y me dijeron: Escribe una confesión de tus crímenes y, si eres sincero, podríamos hasta mandarte a casa. Para evitar golpes y bastonazos empecé a llenar alguna página con los nombres de muertos o de fusilados, con los que nunca tuve nada que ver. Al final añadí: Todo lo que he escrito no es verdadero, pero lo he escrito porque me obligaron. El oficial empezó la lectura con una sonrisa de satisfacción, seguro de haber logrado su objetivo, pero cuando leyó los últimos renglones, me golpeó y, blasfemando, ordenó a los policías que me llevaran fuera, gritando: Sabemos cómo hacer hablar a esta carroña.


Jesús, siempre a mi lado...

»Pero en esos sufrimientos tuve a mi lado y dentro de mí la consoladora presencia del Señor Jesús, sumo y eterno sacerdote, a veces, incluso, con una ayuda que no puedo menos de definir “extraordinaria”, pues era muy grande la alegría y el consuelo que me comunicaba.


Trabajos forzados en los pantanos

»Al salir de la prisión, me enviaron a trabajos forzados como obrero en una finca estatal: me pusieron a trabajar en la recuperación de los pantanos. Era un trabajo fatigoso y con la poca alimentación que teníamos se nos reducía a gusanos humanos: cuando uno de nosotros caía extenuado, le dejaban morir. Pero en aquella etapa logré decir misa de manera clandestina y sólo desde el ofertorio hasta la comunión. Conseguí un poco de vino y algunas formas, pero no podía confiar en nadie ya que si me descubrían, me hubieran fusilado. En este trabajo en los pantanos estuve 11 años.



Otra vez a la cárcel y pena de muerte

»El 30 de abril de 1979 me arrestaron por segunda vez, me registraron y me llevaron a la ciudad de Scurati. No tenía consigo más que el rosario, un cortaplumas y el reloj. Después de la requisa me tiraron al suelo de una celda. Me daba cuenta que me dirigía a un nuevo calvario; pero de improviso la desolación dio paso a una extraordinaria experiencia de Jesús. Era como si Él estuviera allí presente, de frente a mí, y yo le pudiera hablar. Fue determinante para mí. Comenzaron de nuevo las torturas y otro proceso: el 6 de noviembre de 1979 me condenaron a a morir fusilado. La causa que adujeron fue sabotaje y propaganda antigubernativa. Pero, dos días después, la pena de muerte fue conmutada por 25 años de prisión.


La libertad... a los 80 años

»Prácticamente he conocido la libertad a los 80 años, cuando en 1989 pude celebrar la primera Misa en libertad. Pero hoy, recorriendo con mi pensamiento mi propia existencia, me doy cuenta de que la misma ha sido un milagro de la gracia de Dios y me sorprendo de haber podido soportar tanto sufrimiento, con una fuerza que era la mía, conservando una serenidad que no podía tener otra fuente que el corazón de Dios.


Experiencia como sacerdote

»Esta es mi experiencia sacerdotal en todos estos años; una experiencia, ciertamente, muy particular con respecto a la de muchos sacerdotes, pero desde luego no única: son millares los sacerdotes que en su vida han sufrido persecución a causa del sacerdocio de Cristo. Experiencias diversas, pero todas unificadas por el amor. El sacerdote es, ante todo, una persona que ha conocido el amor; el sacerdote es un hombre que vive para amar: para amar a Cristo y para amar a todos en Él, en cualquier situación de vida, incluso dando la vida.


»Pero hoy, contemplando la gloria de María en el Cielo, y pensando que también a nosotros se nos ofrece esta gloria futura con Dios, no puedo hacer otra cosa, que dirigirme a vosotros, queridos hermanos sacerdotes, con las palabras de san Pablo: “Porque estimo que los sufrimientos del mundo presente no son comparables con la gloria que ha de manifestarse en nosotros” (Rom 8, 18). Contemplamos la gloria de María en el cielo, permanecemos fieles, en pie, con fuerza y dignidad cerca de la Cruz de Jesús, sin importarnos el modo en que esa cruz se presente en nuestras vidas. nosotros somos personas que nos entregamos al amor de Cristo. ¿Quién nos podrá separar de este amor? Éste es el verdadero mensaje de mi experiencia de vida. En todos los momentos de sufrimiento y de dificultad “nosotros salimos vencedores gracias a Aquél que nos amó” (Rom 8, 37).



No al odio

»Pero nunca he guardado rencor hacia los que, humanamente hablando, me robaron la vida. Después de la liberación, me encontré por casualidad en la calle con uno de mis verdugos: sentí compasión por él, fui a su encuentro y lo abracé».


El padre Anton Luli S.J. murió en Roma el 10 de marzo de 1998 a la edad de 88 años.


Fuente: http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=19288

sábado, 22 de octubre de 2011

Impresionante demostración de levitación cuántica



Expertos de la Universidad de Tel-Aviv han realizado una impresionante demostración de levitación cuántica, que la Asociación de Centros de Ciencia y Tecnología (ASTC, en sus siglas en inglés) ha recogido en un vídeo. 

La demostración permite ver cómo materiales superconductores son atrapados de forma rígida en campos magnéticos, de tal forma que mantienen la distancia sin fricción con el cuerpo que genera el campo, conservando incluso una posición determinada. 

Este efecto, llamado Meissner, sólo se produce a las muy bajas temperaturas a las que existen materiales superconductores, es decir, que conducen la electricidad sin resistencia. En concreto, la demostración empleó YBCO, un material cerámico compuesto de óxidos de itrio, bario y cobre, refrigerado con nitrógeno líquido a una temperatura de -185 grados centígrados. 

Algunos modelos de trenes de levitación magnética, o maglev, emplean este efecto para levitar sus trenes y permitirles así circular a altas velocidades, limitadas sólo por la resistencia del aire a su avance.

domingo, 25 de septiembre de 2011

Ganar la guerra viviendo cómodamente

“Hay algunos que quieren ser humildes, pero sin ser despreciados; quieren contentarse con lo que tienen, pero sin padecer necesidad; ser castos, pero sin mortificar su cuerpo; ser pacientes, pero sin que nadie les ultraje.
Cuando tratan de adquirir virtudes y a la vez rehuyen los sacrificios que las virtudes llevan consigo, se parecen a quienes, huyendo del campo de batalla, quisieran ganar la guerra viviendo cómodamente en la ciudad”. 

domingo, 28 de agosto de 2011

"Si los pobres no son nuestros señores, lo normal es que sean nuestras víctimas"


Si con Cristo he sido ungido por la fuerza del Espíritu, con Cristo soy enviado a llevar a los pobres una buena noticia. Si soy de Cristo, mi zurrón de cristiano no llevará más viático que el de la luz para los ciegos, la libertad para los cautivos, la gracia para los pecadores.
Si por gracia estoy en Cristo, los pobres son mis señores, pues el amor con que Dios los ama, en aquel Hijo entregado hizo a Dios siervo de todos y a los pobres sus señores.
Engañados y convencidos, hemos dejado que doctrinas y preceptos de hombres ocupasen en nuestra predicación el lugar del evangelio de Dios: la controversia desplazó del corazón a la piedad; la preocupación por la ortodoxia suplantó la lucha por la justicia; las ideologías ocuparon en nuestras preferencias el lugar de los necesitados.
Si los pobres no son nuestros señores, lo normal es que sean nuestras víctimas: Ayer fue justificada la Shoah; hoy es ignorada y consentida el hambre, demonizadas las migraciones, esclavizados los indefensos, enaltecida la muerte, legitimada como ejercicio de libertad la prostitución.
Si confiesas: «creo en Dios», el cuidado que hayas tenido de los pobres acreditará la verdad de tu confesión. Y si tu razón no te permite creer, que el cuidado que tienes de los pobres desmienta lo que va diciendo tu razón.
Si no tengo un evangelio que llevar al hombre, entonces, creyente o no creyente, me muevo distraído y ciego hacia un destino de soledad entre los malditos.

Santiago Agrelo, 27 de agosto de 2011 

lunes, 8 de agosto de 2011

Descubren un anillo de antimateria alrededor de la tierra



Un grupo de investigadores italianos ha encontrado pruebas, por primera vez, de la existencia de un "cinturón de antimateria" alrededor de la Tierra. Se trata de una fina banda de antiprotones (las antipartículas de los protones) que se oculta en la magnetosfera terrestre. El espectacular hallazgo se publica en Astrophysical Journal Letters.
La antimateria se originó en el Big Bang al mismo tiempo que la materia ordinaria, de la que difiere únicamente por su carga eléctrica. Cuando una partícula de materia ordinaria se encuentra con su "antipartícula"(por ejemplo un protón y un antiprotón), ambas se aniquilan mutuamente en una pequeña explosión de energía. Se cree que durante el Big Bang se creó la misma cantidad de materia que de antimateria, pero en la actualidad sólo vemos materia a nuestro alrededor. ¿Dónde está, pues, toda la antimateria original?
Existen varios intentos de explicación a este misterio. Según algunos, en el origen del Universo se habría producido una rotura de la simetría y se habría creado un poco más de materia ordinaria que de antimateria. Lo que vemos hoy, según esta teoría, sería la materia "que sobró" después de que materia y antimateria se aniquilaran entre sí. Otros, sin embargo, creen que la antimateria original está aún "ahí fuera" sin que hasta ahora hayamos podido detectarla. Podría haber galaxias enteras hechas de antimateria sin que nos demos cuenta de ello.
Partículas de antimateria ( o antipartículas) se han creado en los laboratorios de física en numerosas ocasiones, pero hasta ahora sólo ha habido éxitos parciales a la hora de detectarla en el espacio a nuestro alrededor. Por eso el hallazgo de un cinturón de antimateria alrededor de nuestro propio mundo resulta tan importante.

Escondido como uno más

Según los investigadores, el anillo de antimateria se esconde, como si fuera uno más, entre los cinturones de Van Allen, las bandas magnéticas que rodean nuestro planeta y que lo protegen de la radiación atrapando las partículas cargadas procedentes del Sol. Sólo que en ese anillo en particular, en lugar de partículas "normales" hay un gran número de antipartículas, esto es, de antimateria.
Los antiprotones fueron descubiertos utilizando el satélite Pamela(Payload for Antimatter Matter Exploration and Light-nuclei Astrophysics), un ingenio lanzado en 2006 con el único objetivo de estudiar a fondo la naturaleza de las partículas de alta energía procedentes del Sol y también las que nos llegan, en forma de rayos cósmicos, de más allá de las fronteras del Sistema Solar.
Cuando los rayos cósmicos golpean la atmósfera terrestre se descomponen creando auténticas lluvias de partículas. Tanto las partículas originales procedentes del Sol o del espacio esterior como estos chorros de "partículas hijas" son capturadas por los cinturones de Van Allen, formando anillos o cinturones en los lugares donde son atrapadas por el campo magnético terrestre.

Miles de veces superior

Entre los objetivos de Pamela está, también, buscar alguna partícula de antimateria entre esta auténtica multitud de partículas Ordinarias capturadas, normalmente protones o núcleos de átomos de helio. El nuevo análisis llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Bari muestra que, cuando Pamela pasa a través de una región llamada "la Anomalía del Atlántico Sur" (una depresión en el campo magnético que lleva a los cinturones de Van Allen a apenas unos cientos de km. de la Tierra), se encuentra con una tasa de antiprotones que es miles de veces superior a la que se podría esperar de la descomposición natural de las partículas.
Los investigadores están convencidos de que se trata de una prueba irrefutable de que existen "cinturones de antipartículas"análogos a los cinturones de Van Allen, capaces de sobrevivir por lo menos hasta el momento en que se aniquilan al encontrarse con la materia ordinaria de la atmósfera. En palabras de Alessandro Bruno, coautor del estudio, el cinturón es "la mayor fuente de antiprotones que existe cerca de la Tierra".
Bruno asegura también que estos anillos de antipartículas podrían constituir una fuente inagotable de combustible para futuras misiones espaciales. Una idea que ya ha sido acariciada por el Instituto de Conceptos Avanzados de la NASA en un reciente informe.

Fuente:
http://www.abc.es/20110808/ciencia/abci-descubren-anillo-antimateria-alrededor-201108080743.html
Otros links:
http://iopscience.iop.org/2041-8205/737/2/L29/

martes, 12 de julio de 2011

Cómo tener oración

Selecciona el momento mejor para tu oración personal e inclúyelo en tu horario. Deja que sea el mejor momento, cuando la somnolencia, el cansancio o las llamadas del exterior no te perturben. Para la mayoría de la gente temprano por la mañana es el mejor momento. Intenta cada día, orar a una hora fija para que se pueda convertir en un hábito en ti. ¡Qué maravilloso es poderse encontrar con el Señor a la misma hora cada día!.

La oración personal no es recitar oraciones de libros piadosos, no es recitar el rosario, o leer la Biblia, no es el momento de rezar por otros, no es rezar ante una imagen o una estatua. Sois tú y tu Dios solos; es cerrar la puerta de tus ojos y oídos y entrar en el santuario de tu corazón en donde te encuentras con el Padre y el Hijo a través del Espíritu Santo. 
Es bueno alabar y agradecer a Dios durante algún tiempo al empezar la oración personal. ¡Donde hay alabanza allí está Dios! Entra en Su presencia con alabanza y agradecimiento. Haz mucha alabanza y agradecimiento durante tu oración. Las alabanzas te mantendrán alejado de distracciones y vínculos que provienen del maligno.


Una vez que estés en Su presencia entrégate a ti mismo a El con pequeñas canciones como "Padre yo te adoro, coloco mi vida ante Ti (Hijo y Espíritu)”. Cualquiera que está en la presencia del Señor, sentirá su indignidad y su falta de santidad para estar ante Su Santa y Todopoderosa Presencia. Por lo tanto, se debe pasar un poco de tiempo pidiéndole a Dios perdón y misericordia por los pecados cometidos.

Tienes que experimentar el compasivo y misericordioso Corazón de Jesús desde donde el Agua Viva fluye a tu corazón lavándote, purificándote y dándote un corazón nuevo (Ez 36:26). Después de recibir Su perdón y después de haberte reconciliado con Dios y habiendo perdonado todo, tienes que otra vez dar gracias y alabar a Dios por Su bondad contigo. Perdona a cada uno y reconcíliate con todos en tu corazón (Mc. 11:25)


Dedica un tiempo pidiéndole al Señor que te cure de tus heridas del corazón, las pasadas y las presentes. Llévale al Señor todos los recuerdos que te hieren y cúrate a través de las heridas de Cristo. Por sus heridas hemos sido curados (I Ped 2:24). Presenta tus sentimientos heridos, tus sentimientos de rechazo, desamor, temor, ansiedad, complejo de la inferioridad, etc. delante de las heridas del Señor y reclama tu curación del corazón. Preséntale las cicatrices de tus pecados pasados, culpa, tristeza, etc. y obtén una profunda paz y alegría en tu interior. En este momento precioso de gracia libérate de todos los malos hábitos y deseos de la carne para que durante el día no seas conquistado por el pecado. Oirás a Jesús decir en tu corazón, "Te basta Mi gracia" (II Cor 12:9). Durante este tiempo puedes pedir también tus propias curaciones físicas si ése fuese el caso.

 Después de haber obtenido una vida nueva en Jesús a través del arrepentimiento y la curación interior entrega todo tu ser al Señor, tu corazón, tu mente, y cada parte de tu cuerpo, tus planes, tus deseos, tu trabajo, tu dinero, tus programas, tu viaje, tus relaciones, etc. (Rom 6: 12-19). Puedes cantar en tu corazón una buena canción de entrega como por ejemplo "Todo a Jesús le entrego”. Junto con la entrega de todo tu ser debes pedirle al Espíritu Santo que te llene con poder y gracia. Puedes cantar una pequeña canción al Espíritu Santo. Abre tu corazón al Espíritu y recibe el Espíritu con todos los frutos, dones y carismas (Gal 5: 22-23; Is 11: 2; I Cor 12: 4-10).

Este debe ser el momento más hermoso de tu oración personal. Aquí tendrás varias experiencias de Dios, como el Agua Viva fluyendo a través de ti con amor, paz y alegría. También puedes experimentar la presencia del Señor en ti con manifestaciones espirituales y emocionales. Puedes, aquí, tener visiones; quizá puedas oír al Señor que te habla, dándote guía y dirección. Si le has presentado un problema, tendrás definitivamente una respuesta. Mediante esta percepción, revelaciones, palabras del Espíritu dentro de ti, oirás al Espíritu que te dice "haz esto, no hagas eso, vete por aquí, no vayas por ahí, etc. Durante esta parte que es la más importante de tu oración personal, entras en una amistad personal con El. Aquí puedes contarle lo que quieras como un hermano o un amigo (Jn 15: 15).


Establece intimidad con el Señor en tu corazón. Durante este tiempo puedes tomar decisiones con el Señor para ese día, para que todo lo que hagas sea según Su voluntad y plan. Si el Señor te dice que no hagas ciertas cosas como alterar tus planes, séle obediente. Llénate con tanta gracia como te sea posible para que puedas caminar en Su gracia y amor. Dale muchas gracias y alabanza en Su Presencia dulce y amorosa. Si pasas bien el tiempo con el Señor, no sabrás cómo se te ha ido el tiempo tan rápido con el Señor. Cuándo finalices la oración puedes hacer el signo de la Cruz en la parte importante de tu cuerpo y encomendarte a la Sangre de Cristo para tu protección y cuidado. Así con mucha gracia y amor de Dios harás los trabajos del día con mucha paz y la alegría. Si oras así verás muchas bendiciones del Señor diariamente en tu vida y verás que el Espíritu te guía.


Credo del pueblo de Dios de Pablo VI

En 1967 Maritain tenía ya 85 años cuando, al comienzo del año, le comunicó en una carta al cardenal Journet la idea que se le había ocurrido unos días antes: "el Sumo Pontífice debería escribir una profesión de fe completa y detallada en la cual se explica todo aquello que ya está contenido en el credo de Nicea. Eso será en la historia de la Iglesia la profesión de fe de Pablo VI".

La preocupación del filósofo Jackes Maritain respecto a la situación de la fe era muy grande. Hace poco había publicado su libro "el Paisano de la Garonne", una profunda crítica de la Iglesia postconciliar que "ante el mundo se ha puesto de rodillas". También el cardenal Journet y el mismo Papa estaban alarmados. El suizo le había mandado a Pablo VI una copia de la carta en la cual Maritain proponía la publicación de un credo del Papa. El 18 de enero de 1967 se encontraron el Papa y el cardenal en Roma. Preguntado por su opinión respecto a la situación de la Iglesia el cardenal [Journet] le contestó al Sumo Pontífice: "trágica".  Ambos todavía resentían el shock producido por la publicación del "catecismo holandés" publicado con aprobación eclesiástica. Una comisión cardenalicia, de la cual formaba parte también Charles Journet, había reaccionado: "en el interior de la Iglesia se quiere sustituir una ortodoxia con otra, se quiere colocar en lugar de la ortodoxia tradicional una ortodoxia moderna"."

Maritain preparó un esbozo de lo que sería el Credo y el Papa Montini realizó unas pocas modificaciones del texto del filósofo francés.

El 30 de junio de 1968 Pablo VI dio lectura al Credo del pueblo de Dios y luego la hizo publicar como motu propio en las Actas de la Santa Sede.  Pocas semanas después, el 25 de julio de 1968, el Vaticano publicó la encíclica de Pablo VI "Humanae Vitae" que le dijo 'no' a la anticoncepción artificial, que resultó ser un "terremoto" para el mundo occidental.


(Fuente: mscperu.org)

Credo del pueblo de Dios (Papa Pablo VI)


Creemos en Dios

Creemos en un solo Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, creador de las cosas visibles como en este mundo en el que transcurre nuestra vida pasajera, de las cosas invisibles como los espíritus puros que reciben también el nombre de ángeles (3) y creador en cada hombre de su alma espiritual e inmortal. Creemos que este Dios único es absolutamente uno en su esencia, infinitamente santo al igual que en todas sus perfecciones, en su omnipotencia, en su ciencia infinita, en su providencia, en su voluntad y en su amor. El es "el que es", como lo ha revelado a Moisés (4), y "El es Amor", como el apóstol Juan nos lo enseña (5), de forma que estos dos nombres, Ser y Amor, expresan inefablemente la misma realidad divina de Aquél que ha querido darse a conocer a nosotros y que, "habitando en una luz inaccesible" (6) está en sí mismo por encima de todo nombre, de todas las cosas y de toda inteligencia creada. Solamente Dios nos puede dar ese conocimiento justo y pleno revelándose como Padre, Hijo y Espíritu Santo, de cuya vida eterna estamos llamados por gracia a participar, aquí abajo en la oscuridad de la fe y más allá de la muerte en la luz eterna. Los lazos mutuos que constituyen eternamente las Tres Personas, siendo cada una el solo y el mismo ser divino, son la bienaventurada vida íntima del Dios tres veces santo, infinitamente superior a lo que podemos concebir con la capacidad humana (7). Damos con todo gracias a la bondad divina por el hecho de que gran número de creyentes puedan atestiguar juntamente con nosotros delante de los hombres la Unidad de Dios, aunque no conozcan el Misterio de la Santísima Trinidad. Creemos, pues, en el Padre que engendra al Hijo desde la eternidad; en el Hijo Verbo de Dios, que es eternamente engendrado; en el Espíritu Santo, Persona increada, que procede del Padre y del Hijo, como eterno amor de ellos. De este modo en las Tres Personas divinas, "coaeternae sibi et coaequales" (8) sobreabundan y se consuman en la eminencia y la gloria, propia del Ser incredo, la vida y la bienaventuranza de Dios perfectamente uno, y siempre "se debe venerar la Unidad en la Trinidad y la Trinidad en la Unidad" (9).


Creemos en Jesucristo


Creemos en nuestro Señor Jesucristo, que es el Hijo de Dios. El es el Verbo eternal, nacido del Padre antes de todos los siglos y consustancial al Padre, "homoousios to Patri" (10) y por quien todo ha sido hecho. Se encarnó por obra del Espíritu Santo en el seno de la Virgen María y se hizo hombre: igual por tanto al Padre, según la divinidad, inferior al Padre, según la humanidad (11), y uno en sí mismo, no por una imposible confusión de las naturalezas, sino por la unidad de la persona (12).

Habitó entre nosotros, con plenitud de gracia y de verdad. Anunció e instauró el reino de Dios y nos hizo conocer en El al Padre. Nos dio un mandamiento nuevo: amarnos los unos a los otros como El nos ha amado. Nos enseñó el camino de las bienaventuranzas del Evangelio: la pobreza de espíritu, la mansedumbre, el dolor soportado con paciencia, la sed de justicia, la misericordia, la pureza de corazón, la voluntad de paz, la persecución, soportada por la justicia. Padeció en tiempos de Poncio Pilato, como Cordero de Dios, que lleva sobre sí los pecados del mundo, y murió por nosotros en la Cruz, salvándonos con su sangre redentora. Fue sepultado y por su propio poder resucitó al tercer día, elevándonos por su Resurrección a la participación de la vida divina que es la vida de la gracia. Subió al Cielo y vendrá de nuevo esta vez con gloria para juzgar a vivos y muertos, a cada uno según sus méritos: quienes correspondieron al amor y a la piedad de Dios irán a la vida eterna; quienes lo rechazaron hasta el fin, al fuego inextinguible. Y su reino no tendrá fin.

Creemos en el Espíritu Santo

Creemos en el Espíritu Santo, que es Señor y da la vida, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria. El nos ha hablado por los profetas y ha sido enviado a nosotros por Cristo después de su Resurrección y su Ascensión al Padre; El ilumina, vivifica, protege y guía la Iglesia, purificando sus miembros si éstos no se sustraen a la gracia. Su acción, que penetra hasta lo más íntimo del alma, tiene el poder de hacer al hombre capaz de corresponder a la llamada de Jesús: "Sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto" (Mt., 5,48).

Creemos que María es la Madre, siempre Virgen, del Verbo Encarnado, nuestro Dios y Salvador Jesucristo (13) y que en virtud de esta elección singular, Ella ha sido, en atención a los méritos de su Hijo, redimida de modo eminente (14), preservada de toda mancha de pecado original (15) y colmada del don de la gracia más que todas las demás criaturas (16).

Asociada por un vínculo estrecho e indisoluble a los Misterios de la Encarnación y de la Redención (17), la Santísima Virgen, la Inmaculada, ha sido elevada al final de su vida terrena en cuerpo y alma a la gloria celestial (18) y configurada con su Hijo resucitado en la anticipación del destino futuro de todos los justos. Creemos que la Santísima Madre de Dios, nueva Eva, Madre de la Iglesia (19) continúa en el Cielo su misión maternal para con los miembros de Cristo, cooperando al nacimiento y al desarrollo de la vida divina en las almas de los redimidos (20).

El Pecado Original

Creemos que en Adán todos pecaron, lo cual quiere decir que la falta original cometida por él hizo caer a la naturaleza humana, común a todos los hombres, en un estado en que experimenta las consecuencias de esta falta y que no es aquel en el que se hallaba la naturaleza al principio en nuestros padres, creados en santidad y justicia y en el que el hombre no conocía ni el mal ni la muerte. Esta naturaleza humana caída, despojada de la vestidura de la gracia, herida en sus propias fuerzas naturales y sometida al imperio de la muerte se transmite a todos los hombres y en este sentido todo hombre nace en pecado.

Sostenemos pues con el Concilio de Trento que el pecado original se transmite con la naturaleza humana, "no por imitación, sino por propagación", y por tanto "es propio de cada uno" (21) Creemos que Nuestro Señor Jesucristo, por el Sacrificio de la Cruz nos rescató del pecado original y de todos los pecados personales cometidos por cada uno de nosotros, de modo que, según afirma el Apóstol, "donde había abundado el pecado, sobreabundó la gracia" (22).Creemos en un solo Bautismo, instituido por nuestro Señor Jesucristo para el perdón de los pecados. El Bautismo se debe administrar también a los niños que todavía no son culpables de pecados personales, para que, naciendo privados de la gracia sobrenatural, renazcan "del agua, y del Espíritu Santo a la vida en Cristo Jesús" (23).


Creemos en la Iglesia


Creemos en la Iglesia, que es Una, Santa, Católica y Apostólica, edificada por Jesucristo sobre la piedra que es Pedro. Ella es el Cuerpo Místico de Cristo, al mismo tiempo sociedad visible, instituida con organismos jerárquicos, y comunidad espiritual, la Iglesia terrestre, el pueblo de Dios peregrino aquí abajo y la Iglesia colmada de bienes celestiales, el germen y las primicias del Reino de Dios, por el que se continúa a lo largo de la historia de la humanidad la obra y los dolores de la Redención y que tiende a su realización perfecta más allá del tiempo en la gloria (24). En el correr de los siglos Jesús, Señor, va formando su Iglesia por los sacramentos, que emanan de su plenitud (25). Por ellos hace participar a sus miembros en los misterios de la Muerte y de la Resurrección de Cristo, en la gracia del Espíritu Santo, fuente de vida y de actividad (26). Ella es, pues, santa, aun albergando en su seno a los pecadores, porque no tiene otra vida que la de la gracia: es, viviendo esta vida, como sus miembros se santifican; y es sustrayéndose a esta misma vida, como caen en el pecado y en los desórdenes que obstaculizan la irradiación de su santidad. Y es por esto que la Iglesia sufre y hace penitencia por tales faltas que ella tiene el poder de curar en sus hijos en virtud de la Sangre de Cristo y el Don del Espíritu Santo. Heredera de las promesas divinas e hija de Abraham, según el Espíritu, por este Israel cuyas Escrituras guarda con amor y cuyos patriarcas y profetas venera; fundada sobre los apóstoles y transmitiendo de generación en generación su palabra siempre viva y sus poderes de pastores en el sucesor de Pedro y los obispos en comunión con él; asistida perennemente por el Espíritu Santo, tiene el encargo de guardar, enseñar, explicar y difundir la verdad que Dios ha revelado de una manera todavía velada por los profetas y plenamente por Cristo Jesús. Creemos todo lo que está contenido en la palabra de Dios escrita o transmitida y que la Iglesia propone para creer, como divinamente revelado, sea por una definición solemne, sea por el magisterio ordinario y universal (27). Creemos en la infabilidad de que goza el sucesor de Pedro, cuando enseña "ex cathedra" como Pastor y Maestro de todos los fieles (28), y de la que está asistido también el cuerpo de los obispos cuando ejerce el magisterio supremo en unión con él (29).

Esperanza de Unidad


Creemos que la Iglesia fundada por Cristo Jesús, y por la cual El oró, es indefectiblemente una en la fe, en el culto y en el vínculo de la comunión jerárquica. Dentro de esta Iglesia, la rica variedad de ritos litúrgicos y la legítima diversidad de patrimonios teológicos y espirituales, y de disciplinas particulares, lejos de perjudicar a su unidad, la manifiesta ventajosamente (30).

Reconociendo también, fuera del organismo de la Iglesia de Cristo, la existencia de numerosos elementos de verdad y de santificación que le pertenecen en propiedad y que tienden a la unidad católica (31), y creyendo en la acción del Espíritu Santo que suscita en el corazón de los discípulos de Cristo el amor a esta unidad (32), Nos abrigamos la esperanza de que los cristianos que no están todavía en plena comunión con la Iglesia única se reunirán un día en un solo rebaño, con un solo Pastor.

Creemos que la Iglesia es necesaria para salvarse, porque Cristo, el solo Mediador y Camino de salvación, se hace presente para nosotros en su Cuerpo que es la Iglesia (33). Pero el designio divino de la salvación abarca a todos los hombres; y los que sin culpa por su parte ignoran el Evangelio de Cristo y su Iglesia, pero buscan a Dios con sinceridad y, bajo el influjo de la gracia, se esfuerzan por cumplir su voluntad conocida mediante la voz de la conciencia, éstos, cuyo número sólo Dios conoce, pueden obtener la salvación (34).

Creemos que la misa celebrada por el sacerdote, representante de la persona de Cristo, en virtud del poder recibido por el sacramento del Orden, y ofrecida por él en nombre de Cristo y de los miembros de su Cuerpo místico, es el Sacrificio del Calvario, hecho presente sacramentalmente en nuestros altares. Creemos que del mismo modo que el pan y el vino consagrado por el Señor en la santa Cena se convirtieron en su Cuerpo y en su Sangre, que iban a ser ofrecidos por nosotros en la Cruz, así también el pan y el vino consagrados por el sacerdote se convierten en el Cuerpo y en la Sangre de Cristo glorioso, sentado en el Cielo, y creemos que la misteriosa presencia del Señor, bajo lo que sigue apareciendo a nuestros sentidos igual que antes, es una presencia verdadera, real y sustancial (35).

La Transustanciación


Cristo no puede estar así presente en este Sacramento más que por la conversión de la realidad misma del pan en su Cuerpo y por la conversión de la realidad misma del vino en su Sangre, quedando solamente inmutadas las propiedades del pan y del vino, percibidas por nuestros sentidos. Este cambio misterioso es llamado por la Iglesia, de una manera muy apropiada, "transustanciación". Toda explicación teológica que intente buscar alguna inteligencia de este misterio, debe mantener para estar de acuerdo con la fe católica, que en la realidad misma, independiente de nuestro espíritu, el pan y el vino han dejado de existir después de la consagración, de suerte que el Cuerpo y la Sangre adorables de Cristo Jesús son los que están desde ese momento realmente delante de nosotros, bajo las especies sacramentales del pan y del vino (36), como el Señor ha querido, para darse a nosotros en alimento y para asociarnos en la unidad de su Cuerpo Místico (37).

La existencia única e indivisible del Señor en el cielo no se multiplica sino que se hace presente por el Sacramento en los numerosos lugares de la tierra donde se celebra la misa. Y sigue presente, después del sacrificio, en el Santísimo Sacramento que está en el tabernáculo, corazón viviente de cada una de nuestras iglesias. Es para nosotros un dulcísimo deber honrar y adorar en la Santa Hostia que ven nuestros ojos al Verbo Encarnado a quien no pueden ver y que sin abandonar el Cielo se ha hecho presente ante nosotros.

El Reino de Dios no es de este Mundo

Confesamos que el Reino de Dios iniciado aquí abajo en la Iglesia de Cristo no es de este mundo, cuya figura pasa, y que su crecimiento propio no puede confundirse con el progreso de la civilización, de la ciencia o de la técnica humana, sino que consiste en conocer cada vez más profundamente las riquezas insondables de Cristo, en esperar cada vez con más fuerza los bienes eternos, en corresponder cada vez más ardientemente al amor de Dios, en dispensar cada vez más abundantemente la gracia y la santidad entre los hombres.

Es este mismo amor el que impulsa a la Iglesia a preocuparse constantemente del verdadero bien temporal de los hombres. Sin cesar de recordar a sus hijos que ellos no tienen una morada permanente en este mundo, los alienta también en conformidad con la vocación y los medios de cada uno, a contribuir al bien de su ciudad terrenal, a promover la justicia, la paz, y la fraternidad entre los hombres, a prodigar ayuda a sus hermanos, en particular a los más pobres y desgraciados. La intensa solicitud de la Iglesia, Esposa de Cristo, por las necesidades de los hombres, por sus alegrías y esperanzas, por sus penas y esfuerzos, nace del gran deseo que tiene de estar presente entre ellos para iluminarlos con la luz de Cristo y juntar a todos en El, su único Salvador. Pero esta actitud nunca podrá comportar que la Iglesia se conforme con las cosas de este mundo ni que disminuya el ardor de la espera de su Señor y del Reino eterno.

Creemos en la vida eterna. Creemos que las almas de cuantos mueren en la gracia de Cristo, ya las que todavía deben ser purificadas en el Purgatorio, ya las que desde el instante en que dejan los cuerpos por Jesús son llevadas al Paraíso como hizo con el Buen Ladrón, constituyen el pueblo de Dios más allá de la muerte, la cual será definitivamente vencida en el día de la Resurrección cuando esas almas se unirán de nuevo a sus cuerpos.

Creemos que la multitud de aquellos que se encuentran reunidos en torno a Jesús y a María en el Paraíso forman la Iglesia del Cielo donde, en eterna bienaventuranza, ven a Dios tal como es (38) y donde se encuentran asociadas en grados diversos, con los santos ángeles al gobierno divino ejercido por Cristo en la gloria, intercediendo por nosotros y ayudando nuestra flaqueza mediante su solicitud fraternal (39). Creemos en la comunión de todos los fieles de Cristo, de los que aún peregrinan en la tierra, de los difuntos que cumplen su purificación, de los bienaventurados del Cielo, formando todos juntos una sola Iglesia; y creemos que en esta comunión el amor misericordioso de Dios y de los santos escucha siempre nuestras plegarias, como el mismo Jesús nos ha dicho: pedid y recibiréis (40). De esta forma, con esta fe y esperanza, esperamos la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.

¡Bendito sea Dios, tres veces santo! Amén.


Desde la Basílica Vaticana, 30 de junio de 1968.

jueves, 16 de junio de 2011

Felices


Felices los que siguen al Señor
por la senda del buen Samaritano.
Los que se atreven a andar tras sus pasos
a superar las dificultades del camino.
A vencer los cansancios de la marcha.
Los que al andar van trazando
sendas nuevas para que otros sigan,
entusiasmados, y continúen la obra del Señor.

Los que, atentos y presurosos,
cambian su ruta para salir al encuentro
del Señor vivo en el que sufre,
tan presente en estos tiempos,
tan cercano para algunos, para otros tan lejano.

Felices los que dan la vida por los demás.
Los que trabajan duro por la justicia anhelada.
Los que construyen el Reino desde lugares remotos.
Los que, anónimos y sin primeras planas,
entregan su vida para que otros vivan más y mejor.

Felices los que con su diario sacrificio
abren huellas de humanidad nueva
en un mundo enfermo por el egoísmo neoliberal del "dios-mercado".

Felices TODOS los que trabajan por los pobres.
Desde los pobres. Junto a los pobres. Con corazón de pobre.
Contemplando a diario la hermana muerte, temprana,
injusta, dolorosa, en los rostros de los niños olvidados,
sin salud, ni educación, ni juegos.

Felices los que viven solidarios
dejando el asfalto limpio y prolijo
para caminar los senderos pedregosos, polvorientos
que abren al mundo de los que no cuentan
en los números o estadísticas de los ministerios de turno.

Felices los que aman al hermano concreto.
Los que no se van en palabras sino que muestran su amor verdadero
en obras de vida, de compañía y de entrega sincera.

Felices los que enseñan, los que intentan que todos aprendan
sin distinciones de color, piel o dinero.

Felices los que comparten sus bienes
Don-regalo del Buen Dios para vivir como hermanos
y demostrarlo en la práctica.
Los que no guardan con egoísmo sino que brindan y comparten.

Felices los que caminan juntos, en búsqueda comunitaria
del Reino de Vida Nueva y Fraternidad Realizada.
Los que se ayudan en las buenas y en las malas,
los que aprenden que mas pueden dos juntos que uno solo.

Felices TODOS los que piensan primero
en el hermano y que encuentran su alegría, el gozo
y el sentido de la vida en trabajar por los demás
y por el Reino.

FELICES ,LOS QUE VIVEN
EL MANDAMIENTO PRIMERO
QUE ES AMOR A DIOS EN EL HERMANO.

Amén

martes, 14 de junio de 2011

El misterio del zumbido de la tierra



Muchas noches me he estrujado el cerebro para deducir de dónde podía surgir ese sonido sordo, como de motor diesel lejano que parecía provenir del exterior de mi casa y que se hace perfectamente audible alrededor de la medianoche cuando el silencio es más intenso. Vivimos en un pequeño pueblo y no hay circulación ni ruidos durante la noche, sin embargo, más de una vez he mirado por la ventana tratando de averiguar qué coche había con el motor al ralentí en el exterior de la ventana. De repente hoy me encuentro con esta noticia en el diario ABC de España que habla del misterioso zumbido de la tierra en varias zonas del mundo. Me he alegrado al leerlo, pues ya hace tiempo que desistí de localizar la fuente de ese "runrun" sordo, inaudible durante el día que me acompaña hace meses cuando todos duermen y yo escribo o navego sentado en mi sillón.


Este es el artículo en cuestión:


Vecinos de un pueblo británico escuchan cada noche un extraño ruido con origen desconocido. El fenómeno se ha repetido antes en distintos puntos del planeta.
El pequeño pueblo de Woodland, en el británico condado de Durham, lleva dos meses sin poder conciliar el sueño por culpa de un extraño y grave zumbido que, cada noche, invade durante horas las desiertas calles de esta localidad agrícola. Parecido al ruido del motor de un coche en la lejanía, cada medianoche y hasta cerca de las cuatro de la mañana, el extraño sonido llena el aire y angustia a los vecinos, sin que nadie haya podido aún averiguar su origen.
No es la primera vez que sucede algo similar. Sonidos parecidos llevan registrándose desde hace décadas en numerosas localidades de Estados Unidos y el Norte de Europa, aunque también han llegado a Nueva Zelanda. Bristol, Auckland, Zurich...Taos, el más famoso de todos llamó la atención de una forma especial a mediados de los noventa.
Tras varios años de quejas vecinales, numerosos investigadores acudieron a esa localidad de Nuevo México. Nadie, sin embargo, logró averiguar la procedencia del extraño y molesto sonido, que según los vecinos se parece al que haría un lejano motor diesel en marcha.
Woodland es, por ahora, el último caso en el que se detecta el sorprendente fenómeno. Patrullas vecinales se han empleado a fondo para buscar el origen del sonido, pero todos los esfuerzos han sido en vano. Ahora, según relata el diario Daily Telegraph, el pueblo ha pedido ayuda a las autoridades. A diferencia de lo sucedido en otros lugares, el zumbido de Woodland es perfectamente audible por todos y se parece al "latido" del motor de un coche.
De forma constante y machacona, el zumbido empieza alrededor de la medianoche y no cesa hasta pasadas las cuatro de la mañana. Y así cada día desde hace dos meses. En la zona no hay torres metálicas, ni fábricas, ni viejas minas que pudieran aclarar la procedencia del misterioso sonido.
Según relatan los vecinos al rotativo británico, "en ciertas zonas de la casa se puede escuchar más fuerte. Viene, definitivamente, de fuera, está en el aire, por todas partes, como un ruido de fondo que vibra a través de los muros de la casa".

Una patología colectiva

La Ciencia no ha logrado aún dar una explicación satisfactoria a estos sonidos misteriosos. En 2005, y después de años de frustradas investigaciones, se determinó que en Taos se había producido una extraña patología colectiva que afecta a un músculo que endurece el tímpano.
Otras investigaciones parten de la base de que se trata de sonidos de tipo geológico, provocados por los movimientos tectónicos o por los desplazamientos del magma que hay bajo la fina corteza terrestre. Sin embargo, no existe aún nada concluyente al respecto, y la hipótesis no ha podido ser probada.
En 1998, sin embargo, la Ciencia demostró que, aunque no podamos oírlo, la Tierra emite constantemente un ligero zumbido de baja frecuencia. Y es posible, aunque sólo posible, que ese zumbido constante aumente a veces su intensidad hasta hacerse audible por el ser humano. Durante años, se pensó que ese zumbido estaba causado, como se ha dicho, por movimientos geológicos. O incluso por turbulencias atmosféricas.

Choques de olas

Pero en 2009 se averiguó que ese zumbido de fondo terrestre se debe a la colisión de grandes olas oceánicas contra los fondos marinos. Y no en todas partes, sino principlamente en las costas de Norteamérica que se asoman al Océano Pacífico. El estudio se publicó entonces En Geophysical Research Letters.
Cuando dos olas con direcciones opuestas y frecuencias parecidas colisionan, crean una onda de presión muy especial, capaz de transportar su energía hasta el fondo marino. Cuando esto sucede, se genera una vibración constante, con una frecuencia próxima a los 10 milihercios, demasiado grave para ser escuchada por un humano pero fácilmente detectable por un sismómetro.
Sin embargo, parece ser que el zumbido de Woodland (igual que los de Taos, Bristol o Zurich) no pueden achacarse a esta clase de vibraciones producidas por olas oceánicas. Y su origen sigue siendo aún un misterio.

domingo, 12 de junio de 2011

El muro de Fudai

Un muro fue lo que salvó la pequeña villa japonesa de Fudai. Un pueblo que consiguió sobrevivir a las olas de 20 metros y evitar sufrir lo mismo que los pueblos de alrededor.  Los 3000 habitantes de esta villa estarán eternamente agradecidos al alcalde que hace cuatro décadas decidió construir un muro que los protegiese de olas de este tamaño.
Él había sufrido un tsunami parecido y no quería que los futuros habitantes de Fudai tuvieran que pasar por esa misma experiencia. El alcalde tuvo que luchar para que este muro se construyese, ya que la infraestructura para llevar a cabo tal obra rondó los 30 millones de dólares y se realizó en un plazo de doce años. Además fue catalogada como una locura y una perdida de dinero. Otros pueblos de alrededor hicieron una muralla parecida pero de diez metros de altura, mientras que la de Fudai llegó a los 15 metros y medio.
Las olas del tsunami que asoló esa zona de Japón destrozó casi todas las murallas de contención. Solamente el muro de Fudai fue suficientemente fuerte para aguantar la furia del océano y dejar a los habitantes a salvo. Las olas que llegaron a Fudai fueron de 20 metros de altura, por lo que estas superaron el muro pero no consiguieron destruirlo. La parte de la ola que sobrepasó el muro no causo graves daños aunque se perdió la vida de una persona que se acercó a ver cómo estaba su barco después del terremoto.
Los dos anteriores maremotos que sufrió Fudai ocasionaron  bastantes muertes por lo que se sabía que esa zona es de alto riesgo debido a eso Kotaku Wamura que fue el hombre que decidió realizar este proyecto comentó:  ” Cuando vi como sacaban los cuerpos del lodo depositado por las olas, no sabía que decir”  lo único que pudo hacer fue una reverencia y prometer que no volvería a ocurrir.
Kotaku Wamura falleció en 1997 con 88 años. Los habitantes de Fudai siguen acercandose a su tumba para darle las gracias por salvarles la vida.

Fuente:


Enlaces relacionados:

martes, 10 de mayo de 2011

A las puertas del fin del petroleo barato

Burning Oil

Cualquiera que sea el desenlace de las protestas, levantamientos y revueltas que conocen actualmente los países del Magreb y Oriente Medio, una cosa es segura: el mundo del petróleo ya no volverá a ser el mismo. Todo lo que ocurre en estos momentos no es más que el primer temblor de un terremoto que sacudirá a nuestro mundo hasta lo más profundo. Durante todo el siglo transcurrido desde el descubrimiento de petróleo en el sudoeste de Persia antes de la primera guerra mundial, las potencias occidentales han intervenido repetidamente en Oriente Medio para asegurar la supervivencia de gobiernos autoritarios consagrados a la producción del «oro negro». Sin esas intervenciones, la expansión de las economías occidentales después de la segunda guerra mundial y la riqueza actual de las sociedades industrializadas serían inconcebibles.
Sin embargo, esta es la noticia que debería acaparar las primeras planas de todos los periódicos del mundo: el antiguo orden se hunde y con su desaparición asistiremos al final de la era del petróleo barato y abundante.
Esta cabecera forma parte de un artículo aparecido originalmente en lacartadelabolsa.com y referenciado en el portal crisisenergetica.org donde entresacan algunos puntos:
  1. Cualquiera que sea el desenlace de las protestas, levantamientos y revueltas que conocen actualmente los países del Magreb y Oriente Medio, una cosa es segura: el mundo del petróleo ya no volverá a ser el mismo.
  2. Esta es la noticia que debería acaparar las primeras planas de todos los periódicos del mundo: el antiguo orden se hunde y con su desaparición asistiremos al final de la era del petróleo barato y abundante.
  3. Por decirlo lisa y llanamente, la economía mundial precisa un abastecimiento creciente de petróleo asequible. Oriente Medio es la única región que puede asegurar la oferta. Esto explica por qué los gobiernos occidentales han apoyado durante mucho tiempo a regímenes autoritarios “estables” en toda la región, dotando regularmente de armamento y formando a sus fuerzas de seguridad. Ahora, este orden atrofiado, petrificado, cuyo mayor logro fue producir petróleo para la economía mundial, está desmoronándose. Que nadie sueñe con un nuevo orden (o desorden) capaz de suministrar suficiente petróleo barato para preservar la era del petróleo.
  4. Una conclusión salta a la vista: los esfuerzos extranjeros por controlar el orden político en Oriente Medio para asegurar el aumento de la producción de petróleo generarán inevitablemente presiones en sentido contrario que darán lugar a una caída de la producción. EE.UU. y otras potencias que observan los levantamientos, revueltas y protestas que se propagan por Oriente Medio y África del Norte harán bien en ser cautelosos: cualquiera que sea su objetivo político o religioso, las poblaciones locales siempre manifiestan una feroz hostilidad a toda dominación extranjera y a la hora de la verdad siempre preferirán la independencia y las ansias de libertad al aumento de la producción de petróleo.
  5. Aunque la rebelión no llegue a Arabia Saudí, el viejo orden petrolero de Oriente Medio ya no podrá reconstruirse. El resultado, sin duda, será un declive a largo plazo de la futura disponibilidad de petróleo exportable. Tres cuartos de los 1,7 millones de barriles de petróleo que produce Libia cada día se retiraron rápidamente del mercado tan pronto como se extendió la revuelta en el país. Gran parte de ese petróleo permanecerá fuera del circuito por tiempo indefinido. Cabe esperar que Egipto y Túnez reanuden pronto la producción, que es bastante modesta en ambos países, hasta volver a los niveles de antes de la caída de sus respectivos gobiernos, pero no es probable que se avengan a formar grandes alianzas con empresas extranjeras capaces de incrementar la producción en detrimento del control local. Irak, cuya refinería más grande acaba de ser gravemente dañada por insurgentes la semana pasada, e Irán no parecen estar en condiciones de aumentar significativamente la producción en los próximos años.
  6. En otras palabras, si trazamos una trayectoria razonablemente previsible a partir de los acontecimientos actuales en Oriente Medio, lo que va a suceder ya está claro. Puesto que no hay ninguna otra región capaz de sustituir a Oriente Medio como principal exportador de petróleo, la economía del petróleo se contraerá, y con ella la economía mundial en su conjunto. Hemos de entender que el reciente aumento del precio del petróleo no es más que un leve y temprano temblor que anuncia el terremoto petrolero que vendrá. El petróleo no desaparecerá de los mercados internacionales, pero en las próximas décadas no alcanzará nunca los volúmenes necesarios para satisfacer la demanda mundial prevista, lo que significa que más pronto que tarde la escasez pasará a ser la característica dominante del mercado. Únicamente el rápido desarrollo de fuentes de energía alternativas y una fuerte reducción del consumo de petróleo podrían ahorrar al mundo las más graves secuelas económicas.
Fuentes:




Algunos enlaces útiles sobre el peak oil: