Nuestra naturaleza debilitada añora aquel jardín en Edén de donde un día, desnudos, tuvimos que partir. Ahora estamos lejos de el, muy lejos, en el barro de esta vida tan distinta. Tenemos que vivir entre guerras, hambres, abortos, injusticias y el culto a nuestra pequeña ciencia.
Fuera del Edén y todavía muy lejos del cielo.
martes, 30 de noviembre de 2010
El cristiano sabe por fe que ha sido incorporado a Cristo, y que ha sido ungido por el Espíritu de Cristo, y que recibe en comunión el Cuerpo de Cristo para ser transformado en lo que ha recibido; él sabe que no puede alcanzar ahora lo que está llamado a ser; él sabe que será siempre y sólo un creyente que camina en humildad hacia la plenitud de su ser en Cristo. Por eso, un cristiano no podría discernir sus opciones morales ni juzgar su vida desde un código externo, fuese el suyo el más perfecto de los códigos, sino que ha de discernir y juzgar desde el hombre nuevo que está llamado a ser: desde Cristo Jesús.
El papa Wojtyla tras reconocer la precariedad del cristianismo en Oriente al enfrentarse a la tradición de culturas religiosas muy antiguas, anteriores al mismo cristianismo, (a lo que habría que añadir el antitestimonio que históricamente ha supuesto para la aceptación del evangelio la conducta de las potencias coloniales), se suma a lo ya dicho por el concilio de que "la Iglesia católica no rechaza nada de cuanto hay de verdadero y santo en esas religiones".
Lejos, pues, de sorprendernos por la existencia de tantas religiones, Juán Pablo II dejó escrito que el hecho de que la providencia permita tal variedad, debería maravillarnos por los numerosos elementos comunes que en ellas se encuentran. Sin embargo las diferencias también son notables. El budismo y el cristianismo son religiones de salvación, pero la soteriología de una y otra, son contrarias . "La iluminación experimentada por Buda se reduce a la convicción de que el mundo es malo" y de que "para liberarse de este mal hay que liberarse del mundo ". "¿Nos acercamos a Dios de este modo?", se preguntaba Juan Pablo II. El Papa creía que no, pues "la plenitud de tal desapego no es la unión con Dios , sino el llamado nirvana, o sea, un estado de perfecta indiferencia respecto al mundo." De ahí que el Papa Wojtyla señalara al respecto que "el budismo es en gran medida un sistema ´ateo´" (entre comillas).
Y a quienes han tratado de buscar conexiones entre la mística cristiana de Santa Teresa de Jesús y de San Juan de la Cruz con los métodos ascéticos de Oriente sobre el desapego del mundo, el Papa señalaba que "la mística carmelita se inicia en el punto en el que acaban las reflexiones de Buda".
Texto de Jesús Palacios comentando el libro cruzando el umbral de la esperanza de Juan Pablo II
El 7/11/1999 en la Basilica subterránea de Lourdes San Pio X se celebró una misa solemne a cargo del Arzobispo de Lyon y concelebrada con el entonces Arzobispo Cardenal Jean Marie Lustigier, varios Obispos franceses, sacerdotes y todos los superiores de los Monasterios Trapenses del mundo (el Superior General está a la izquierda del celebrante).
La ceremonia es tomada por imágenes directas de la televisión francesa canal Antena 2.
Para la Consagración y sobre la patena el celebrante tiene 2 Hostias de gran tamaño que sobresalen como si fueran una bandeja una sobre la otra sin distinción alguna, tal cual es el uso de los sacerdotes italianos y sus homólogos franceses.
En el momento de la epíclesis se separan una de otra y así permanecen hasta el fin del cánon, pudiendose ver perfectamente la separación entre ambas por los cambios de colores que hay por detrás de las mismas y los movimientos de los celebrantes.
No se le puede llamar "milagro eucarístico",dice Allegri, porque sobre este hecho, hasta la fecha no hay un juicio de la Autoridad Eclesiástica en tal sentido, ya que sabemos que nuestra Fe depende de los Evangelios, aunque este hecho nos lleva a reflexionar ya que tiene todas las características de un "signo sobrenatural" o de un auténtico "prodigio" a través del cual Dios mismo quiere llamar la atención de los hombres, para aumentar la Fe en los creyentes y como signo para los incrédulos.
Sin más me despido de usted con un cordial saludo, habiendo solo querido ser útil en ampliar un poco más este fantástico suceso. Dios los bendiga muy ricamente. Gracias.
Este hecho portentoso se relata en el libro de Renzo Allegri "Il Sangue di Dio.Storia dei miracoli Eucaristici".Las imagenes fueron recopiladas por el italiano Tony Assante que autorizo su descarga desde su página web.