martes, 30 de noviembre de 2010


El cristiano sabe por fe que ha sido incorporado a Cristo, y que ha sido ungido por el Espíritu de Cristo, y que recibe en comunión el Cuerpo de Cristo para ser transformado en lo que ha recibido; él sabe que no puede alcanzar ahora lo que está llamado a ser; él sabe que será siempre y sólo un creyente que camina en humildad hacia la plenitud de su ser en Cristo. Por eso, un cristiano no podría discernir sus opciones morales ni juzgar su vida desde un código externo, fuese el suyo el más perfecto de los códigos, sino que ha de discernir y juzgar desde el hombre nuevo que está llamado a ser: desde Cristo Jesús.

(Santiago Agrelo, arzobispo de Tánger)

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