¿Dónde está tu hermano?
Ahora te toca a ti responder, ya sabes que te va en ello la vida.
- Puedes responder: ¿Y yo qué sé? ¿A mí qué me importa? ¿Es que tengo yo que cuidar de mi hermano?... Entonces eres Caín.
- Puedes responder: yo no tengo hermanos, ni los necesito... Eres el hermano del hijo pródigo.
- Puedes responder: Prefiero no saberlo, su presencia me complica... Eres el sacerdote y el levita que encontraron al herido en el camino.
- Puedes responder: no me hables de mi hermano, tengo cuentas pendientes con él, se cree superior...Eres uno de los hermanos de José, o Judas quizá.
- Puedes responder: Lo estoy buscando, tal vez pueda sacar algo de él... Eres un negrero.
- Puedes responder: No sé, pero voy a buscarlo, tal vez necesite algo de mí... Eres un buen samaritano.
- Puedes responder: Mi hermano está aquí, en la casa de mi corazón... Eres un buen cristiano.
Extraído de Amo, luego existo de Rafael Prieto Ramiro.
Editado por Cáritas española en enero de 2008
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